La cantante Ana Mena vuelve a estar en el centro de la atención mediática tras confirmarse su relación con Óscar Casas, con quien ha sido captada en actitud cariñosa. Pero si hay algo más que define a Ana, además de su música y su vida personal, es su fascinación por las culturas que ha conocido a lo largo de su carrera.
Este interés queda perfectamente plasmado en su hogar en Málaga, una casa que parece sacada de un sueño mediterráneo y que hace gala a los montones de luz que este mare nostrum y las villas que lo baña reciben.
Mucha luz y amplitud
Al visitar su casa, lo primero que destaca es la sensación de luz y amplitud. Grandes ventanales inundan las estancias de luz natural, algo esencial en un entorno mediterráneo como el de Málaga, y en el arco mediterráneo en general.
Mena acompaña esta iluminación natural con tonos neutros —blancos, beiges y arenas— que predominan en cada rincón, transmitiendo calma y conectando el interior con el paisaje exterior. Es como si cada detalle buscara resaltar la esencia del sur de España y su conexión con la naturaleza y con las flores.
El salón es, según publica Divinity, el corazón de la casa. Con una decoración que mezcla estilos italianos y españoles, este espacio combina muebles de líneas sencillas con elementos más tradicionales, como una gran alfombra artesanal o piezas de cerámica.
El resultado es un ambiente cálido y sofisticado, ideal para relajarse o recibir a amigos. Y, por supuesto, la iluminación tiene un papel clave: lámparas colgantes estratégicamente colocadas aportan un aire contemporáneo sin restar protagonismo a la luz natural.
Un huerto propio
En el exterior, Ana ha creado su propio huerto. Este rincón no solo refleja su compromiso con un estilo de vida saludable, sino que también añade un toque muy personal a la casa. Cultiva hierbas aromáticas, frutas y verduras, una actividad que, según ha comentado públicamente, la conecta con sus raíces y la ayuda a desconectar del estrés diario.
El dormitorio, aunque menos conocido, sigue la misma línea estética. Predominan los materiales naturales, como la madera y el lino, y los colores suaves que invitan al descanso. Los detalles decorativos son discretos pero significativos.
Ana Mena ha sabido transformar su casa en Málaga en un espacio que no solo refleja su amor por las culturas mediterráneas, sino también su carácter creativo y cierta oda a sus orígenes. Es un lugar donde la tradición y la modernidad se entrelazan, y donde cada rincón invita a disfrutar de la belleza de lo simple.
Fotos | Anamenaoficial/Instagram
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