Aunque tengo alguna que otra virtud, entre ellas no se encuentra la de acordarme de regar las plantas, por lo que de vez en cuando mi pequeño botánico sufre los reveses de mi falta de memoria. Para evitarlo, he puesto en práctica este manual para convertir botellas en macetas auto regantes.
El proceso tiene algún punto delicado, sobre todo si usamos botellas de vidrio, pero el resto de materiales son baratos y muy fáciles de conseguir en cualquier ferretería de barrio.
La ventaja es que el principio físico en el que se basa, la capilaridad, nos asegura que la planta tendrá agua cuando la necesite, lo que le hará crecer mucho más que regándola de vez en cuando, mejor incluso que un sistema de regado gota a gota.
Lo primero de todo es hacerse con los materiales, para nuestras macetas auto regantes vamos a necesitar varias botellas de vidrio o de plástico --las de vidrio lucen mucho más, pero son infinitamente más difíciles de cortar-- también necesitamos una pequeña malla metálica y un cordel por el que el agua pueda ascender.
Si habéis optado por las botellas de plástico, cortarlas será coser y cantar, con un cuchillo o un cutter lo tenemos solucionado. Si, como en las imágenes, hemos optado por el más estético vidrio, tendremos que cortarlo con mucho cuidado.
Para cortar vidrio hay herramientas específicas que podemos comprar en ferreterías especializadas, aunque también podemos usar métodos más rudimentarios como el podéis ver en el video sobre estas líneas, en el que consiguen cortar una botella con un cordel, un poco de alcohol y un cubo de agua fría. Es importante no olvidarse de pulir el borde cortado de las botellas para asegurarse de que no queden aristas cortantes.
Una vez resuelto el asunto de la botella, el resto es cosa de niños. Cogemos un trozo de tela metálica y la cortamos adecuándola al tamaño de la botella, también le realizamos un pequeño corte a través del cual pasaremos el cordel, fijándolo con un nudo ancho para que no se salga.
El cordón tiene que ser lo suficientemente largo como para que llegue hasta el fondo de la base de nuestra nueva maceta, y así aprovechará todo el agua. Una vez lo tenemos listo, introducimos la tela en la parte de arriba de la botella y pasamos el cordel por el cuello.
Por último, rellenamos la botella con una buena tierra y trasladamos la planta a su nuevo hogar. No hay que olvidarse de colocar el cuello boca abajo, sobre la parte inferior de la botella, que llenaremos con agua para que a nuestra querida planta no le falte de nada.
Espero que con estas macetas auto regantes hechas con botellas mis plantas más delicadas --y las vuestras--- sobrevivan al calor del verano y a mi peligrosa falta de memoria para regarlas.
Vía | Design Sponge Vídeo | Amguate en Youtube En Decoesfera | Recicladecoración: paisajes urbanos con bricks
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