Cuando nos ponemos a hacer bricolaje siempre acabamos manchando un montón. Cogemos el taladro y lo ponemos todo perdido de polvo y luego nos toca limpiar. ¿Qué me diríais si os ahorrara parte de esa suciedad?
Hoy os vengo a contar dos ideas para manchar menos cuando hacéis agujeros para colgar un cuadro o una estantería y que no se os llene la casa de virutas de ladrillo. La primera idea sirve sobre todo cuando tenéis que taladrar el techo para que no se os caiga todo el polvo en la cara y evitando así errores.
Tenéis que coger un vaso de plástico y abrirle en el fondo un agujero que sea igual de ancho que la broca. Encajadlo bien para que no gire a la vez que la broca y ¡voilá! Irán cayendo las virutas dentro del vaso en vez de llenaros toda la estancia.
Si por el contrario estáis haciendo un agujero en una pared y no queréis que se os caigan las virutas por todo el suelo, tenéis que coger un sobre (o hacerlo con un papel y cinta adhesiva, es bastante fácil) y pegarlo con cinta adhesiva al muro justo debajo de donde vayáis a hacer el agujero. Abrid un poco la boca del sobre para que caigan todas las virutas dentro.
¿A que son sencillos estos trucos? Si tenéis alguno más estaremos encantados de que los compartáis en los comentarios.
Imagen vía | Apartment Therapy
En Decoesfera | Bricolaje
Ver 9 comentarios