Soy la primera a la que le encantan los esfuerzos que se hacen para que las cosas queden bonitas en decoración, pero en mi opinión hay veces que con tanto bonitismo rozamos el absurdo. El diseño, la apariencia y la estética son importantes, pero no deben estar reñidos con la funcionalidad que no tiene que quedar ni en el olvido ni en un segundo plano.
Supongo que muchas imágenes que vemos de ambientes en las que la belleza prima sobre lo práctico y sobre la lógica, en realidad corresponden a lugares que no se usan o en los que no vive nadie, pero no debemos dejarnos engañar por ideas decorativas que a medio plazo no tienen sentido, como la de decorar con un montón de piedras apiladas alrededor de la bañera.
En primer lugar como las piedras se muevan de su sitio accidentalmente y se crucen en nuestro camino podemos llevarnos un buen golpe, sobre todo teniendo en cuenta que no es nada raro que en el cuarto de baño vayamos descalzos. También está el tema de la limpieza, hay que mover las piezas de sitio para fregar alrededor de la bañera y después volver a colocarlas cada vez que nos toque limpiar el baño.
Desde luego no sé si a alguno de vosotros le gustan tanto las piedras como para asumir todos los riesgos y sacrificios que tienen asociados, yo ni de broma. Reconozco que el ambiente del baño de las fotos es singular, que es muy mono, incluso podríamos decir que es un baño cuqui, pero para mi no hay cuqui que valga si no es cómodo y sencillo a la hora de usarlo y este no cumple con su función.
Vía | Digs Digs y Nicety En Decoesfera | Cómo mantener el orden en el cuarto de baño