El cambio de este pequeño baño de cortesía es una prueba de que el color blanco es un acierto cuando se trata de actualizar o dar un cambio a un espacio. Además de dar luz, la pintura blanca hace que el espacio se vea limpio. Y si la limpieza es una cualidad importante en toda la casa, por raciones obvias, en un baño aún más.
El estado inicial de este baño de invitados (lavabo e inodoro) era el de un baño antiguo. Un baño muy beige que se veía feo incluso, "sucio". Y es que hay que tener cuidado con el color beige. Queda bien en una casa nueva o recién reformada -al fin y al cabo es un color muy parecido al blanco, y es un acabado "elegante", pero también creo que es uno de los colores que peor "envejecen" sino hay mucho mantenimiento en la casa.
Este baño es una buena muestra de ello. El color beige en todas sus paredes deja ver el paso del tiempo y el espacio queda empastado y resulta muy aburrido porque no hay más elementos que contrasten con él.
IMÁGENES DEL ANTES
La reforma de este baño consistió únicamente en:
Pintar de blanco las paredes; la pintura siempre es válida para baños de invitados en los que no hay ducha y es un opción muy económica.
Colocar baldas de madera; que aportan calidez al baño a la par que se incluye una nueva textura; antes solo habia sanitarios y paredes blancas.
Pequeños elementos en negro; como en el marco del nuevo espejo o en los soportes de las baldas y el colgador, son un gran acierto porque generan contrate al conjunto.
Además las baldas mantienen el baño ordenado y son muy útiles para guardar el papel higiénico, plantas velas u cajas...
IMÁGENES DESPUÉS
Imágenes e información Vía By Brittany Goldwyn