Así ha quedado la reforma sin obras de un cuarto de baño de los 80: "Un buen lavado de cara para poder revalorizar y alquilar la vivienda"

Rejuvenecer un baño de los años 80 sin necesidad de realizar una obra tradicional es posible, y además puede ejecutarse en apenas tres días y sin hacer obras que puedan molestar a la comunidad de vecinos. Así lo demuestra esta reciente intervención, cuyo objetivo principal era modernizar el espacio para aumentar el valor de la vivienda y optimizarla para el mercado del alquiler.

Una reforma integral sin hacer obras

El proceso comenzó desmontando por completo el baño existente y revisando los azulejos originales, muchos de ellos sueltos tras décadas de uso. En lugar de retirarlos, se optó por una solución cada vez más extendida en las reformas rápidas: placas de gran formato que se instalan directamente sobre el revestimiento antiguo.

Vía @reformasconeva

Para este proyecto se seleccionó una atractiva combinación de dos modelos. En la zona de la bañera se eligieron placas con acabado piedra, textura suave y terminación mate, capaces de aportar profundidad y un aire contemporáneo. El resto del baño se revistió con placas en acabado brillo efecto mármol, con vetas beige que añaden luminosidad y una estética elegante sin perder naturalidad.

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Para el suelo, se instalaron láminas estilo madera posicionadas encima de la baldosa anterior. Un suelo resistente y especialmente adecuado para viviendas destinadas al alquiler, donde la durabilidad es un factor clave. A la vez, se sustituyó el inodoro y se procedió a pintar la bañera, un trabajo minucioso que exige una preparación precisa de la superficie y la aplicación de hasta tres capas para obtener un acabado uniforme y más blanco.

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Con la base del baño completamente renovada, solo quedaba incorporar los elementos finales: un mueble de lavabo moderno, nueva grifería y un espejo que aporta amplitud visual. El resultado transforma por completo la percepción del espacio: de un baño desgastado y desactualizado se pasa a un ambiente elegante, funcional y alineado con las tendencias actuales.

Esta intervención demuestra cómo una reforma estratégica, rápida y sin obras convencionales puede revalorizar significativamente una vivienda. Al invertir en una mejora estética y funcional, el propietario no solo actualiza el inmueble, sino que también incrementa su atractivo en el mercado, logrando una mayor rentabilidad en el alquiler.

Fotografía de portada | Vía @reformasconeva

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