Los mejores trucos para limpiar la escobilla del baño y mantener a los gérmenes a raya

A la hora de limpiar una casa, solemos centrarnos en fregar los suelos, poner en marcha el robot de limpieza, limpiar lavabo e inodoro, la encimera de la cocina... pero en cambio, hay otros elementos de los que nos solemos olvidar. Interruptores, las partes altas de los armarios, la escobilla del baño...

Precisamente, hoy queremos fijar nuestro objetivo en la escobilla del baño. Un elemento que suele obviarse a la hora de limpiar el baño, pero que acumula suciedad y bacterias sin solución de continuidad y que debería limpiarse al menos un par de veces a la semana.

Mantenimiento básico

Foto: Mishabeliy para Canva.com

Hay muchas escobillas que realmente, da cosita tocarlas... Pero si la escobilla es nueva o la tienes en buen estado, lo mejor es aprovechar tus rutinas de limpieza del baño para dejar también la escobilla en perfecto estado de revista, y sin que nos cueste ningún esfuerzo.

En este sentido, lo mejor es rociar el interior de la taza con los productos de limpieza habituales, frotar con la escobilla las paredes, y dejarla dentro del inodoro un buen rato para que estos productos hagan su labor mientras tú sigues limpiando el resto del baño. Cuando acabes de limpiar el baño, puedes tirar la cadena para aclarar, y dejarla de nuevo en su lugar.

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Trucos para proteger tu escobilla del moho y las bacterias

Además del mantenimiento semanal, es importante adquirir una escobilla con un soporte que permita que la escobilla quede suspendida, sin tocar el fondo del soporte. En ese fondo se acumula el agua y los restos que se adhieren en la escobilla tras utilizarla, y que va cayendo gota a gota en él. Si la escobilla no toca ese fondo, aseguramos que se vaya secando y que no se forme moho.

Para limpiar la escobilla, deberás cogerla y rociar las cerdas del cepillo con lejía o con algún producto desinfectante. Déjala reposar durante 10 o 15 minutos, si que toque ninguna superficie (puedes colocarla sobre la taza, con el cepillo hacia adentro, y presionar con la tapa para que la escobilla quede encajonada entre inodoro y tapa. Transcurrido el tiempo, puedes meterla dentro del retrete y tirar de la cadena para terminar de limpiarla.

No te olvides de limpiar el portaescobillas

Foto: Jupiterimages de Photo Images para Canva.com

Además de limpiar la escobilla, es muy importante limpiar también el escobillero, ya que también es un lugar en el que se acumulan los gérmenes. Retira el agua estancada que queda en el fondo, y echa lejía con agua fría, o cualquier otro desinfectante. Deja que actúen estos productos durante 10 minutos, y aclara con agua caliente.

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