Me fascinan las historias sobre como surge la idea de una pieza de decoración creada por un diseñador para alegrar y mejorar el día a día en nuestro hogar. Me ha encantado la del lavabo sobre estas líneas que comienza con Mariscal en casa de una amiga en Madrid. Al parecer, mientras disfrutaba de un rato relajado en la terraza buscó inspiración para hacer un dibujo.
Por lo visto, sobre la mesa había un recipiente grande, como una jofaina, con agua y unos pececillos rojos y precisamente eso fue lo que plasmó el valenciano en la ilustración además de todo lo que estaba presente en el entorno e influía de alguna manera en la visión que tuvo de ese momento: las plantas, el toldo, la luz entrando, los reflejos en la mesa... esa ilustración se convirtió en portada del New Yorker como ahora veremos.
Resulta que Mariscal envió esta ilustración al New Yorker donde fue publicada en la portada en julio de 2012 y más tarde, cuando el diseñador empezó a pensar en temas para crear una nueva colección de lavabos para Bathco, se acordó de la famosa portada. Así, al plasmar el estampado Siena en la colección de lavabos, el diseñador pensó que estaría bien lavarse la cara con el agua de la charca de aquellos peces rojos...
Este estampado se puede encontrar en Bathco by Mariscal una colección que tiene un carácter único e irrepetible puesto que cada pieza está decorada a mano por los artesanos del taller de la compañía cántabra. Para ello se ha recuperado el antiguo proceso artesanal de la decoración cerámica apostando por el valor que el handmade le confiere a cada pieza.
Dentro de esta colección también se encuentran los estampados Trazos, Autumn o Mosaico... Algunos de los cuales también los hemos visto recientemente en Decoesfera.
Más información | Bathco
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