Una bañera exenta es aquella bañera que no está apoyada en dos de sus lados en una pared. Es una de esas bañeras antiguas que casi puedes rodear por completo, especialmente si los grifos salen directamente del suelo y no de una pared. Son una opción decorativa muy lujosa y que en mi opinión, no siempre se aprovecha correctamente. Veamos algunas pistas que dotarán de buen gusto vuestros baños:
1. Pinta el exterior de la bañera de un color ácido, para hacer más pop el entorno. Podéis ver en la fotografía que ilustra este post cómo unos toques de color modernizan una bañera bastante tradicional. Un detalle chulo es la conservación de las patas en blanco, aunque el papel de la pared es para intentar arrancarse los ojos cada mañana.
2. Sitúa la bañera cerca de una ventana que tenga buenas vistas. Efectivamente, si tienes “buenas vistas”, es posible que los vecinos también tengan “buenas vistas de ti”. Aprovecha la espuma y recurre a visillos si fuera necesario. Recuerda que si tu baño está más oscuro que el exterior, es imposible que te vean. (Ojo, no toméis esto como una invitación al exhibicionismo).
3. Si tienes una casa gigante, prueba a poner la bañera exenta en tu dormitorio. Funciona en hoteles, ¿por qué no en una casa? Lo cierto es que esto sólo es válido si tienes más baños disponibles, porque si todo el mundo se dedica a bañarse en tu dormitorio acabarás teniendo conflictos de intereses.
4. Consulta con tu fontanero si es posible poner la bañera exenta en el centro de la habitación en vez de contra la pared. Lo cierto es que dará a tu casa un ambiente muy lujoso.
5. Colocar una bañera exenta cerca de plantas te dará la sensación de que te estás bañando en un estanque en mitad de la jungla.
En la galería podéis encontrar más ejemplos de cómo colocar la bañera exenta.
Vía | Apartment Therapy y LivingEtc
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