Un buen diseño no trata solo de hacer un espacio más funcional y bonito, (, en ocasiones, sobre todo si se trata de espacios difíciles con una distribución que no hubieramos elegido, el diseño puede mejorar esta distribución disimulando sus puntos débiles y potenciando los fuertes.
Esto es lo que ocurre con este pequeño baño. De hecho, se trata de un aseo pequeño, que cuenta solo con un lavabo y un inodoro. De planta en tubo (alargada y estrecha) al fondo del aseo se ubica el inodoro frente a la puerta, y en un lateral se encuentra un lavabo de fondo reducido.
Aunque a priori, parece que el tamaño y la planta del aseo no daba para más, el arte de la interiorista Ana Lorenzana de Decoryver, demuestra que un buen diseño es capaz de transformar las sensaciones de un espacio.
El baño antes
Antes de su transformación, el baño contaba azulejos anodinos. El espejo al fondo, sobre el inodoro, acentuaba el efecto tubo del baño. Y, aunque su lavabo debería ser discreto, sus formas de concha se ven desfasadas.
El baño ahora
Sin necesidad de levantar escombros, el cambio del baño ha sido radical. Para acortar el espacio, se han colocado espejo también en los laterales lo que hace más ancho el espacio. La aplicación de la pintura blanca y azul profundo sobre los azulejos se ha aplicado con sabiduría (en distintos cuadrantes) para que el espacio pierda sus límites y no se vea tan estrecho.
El suelo antiguo se ha colocado un laminado de efecto madera, a juego del nuevo lavabo sobre un mueble de madera con una gran cajonera. Mucho más funcional y contemporáneo.
Imágenes @decoryver
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