Los setenta fueron una década loca en decoración. Los colores entraron en las casas para quedarse, el papel pintado hacía furor (aunque ya os hemos comentado que ha vuelto) y llegaba hasta el último rincón, como por ejemplo hasta el baño que veis sobre estas líneas.
Como podéis observar, el baño tiene cierto toque rancio aunque los sanitarios están perfectos. Ese papel de la pared ha vivido tiempos mejores y en la actualidad se suele optar por soluciones que resisten mejor la humedad como los azulejos o la pintura plástica.
El otro gran problema que tiene este baño es la moqueta en el suelo, bastante típica de los países anglosajones pero que no tiene cabida en pleno 2010, donde lo que buscamos para nuestra casa es higiene y practicidad. La moqueta en el suelo del baño sólo puede ser un buen caldo de cultivo para hongos y todo tipo de microorganismos criados en un ambiente húmedo y calentito. ¿Necesito seguir?
Lo primero que se hizo en el baño fue reemplazar la moqueta por unos azulejos marrones que es el color elegido para la reforma. A continuación, arrancaron el papel de las paredes y las pintaron con pintura plástica. Atención al acabado, ya que sabéis que en liso se ven más los errores y es posible que tengáis que dar de llana antes de poneros a pintar si lo intentáis en vuestra casa.
A nivel decorativo, como os comentaba, no se han cambiado los sanitarios (premisa fundamental para hacer un cambio en un baño sin que se vaya mucho de presupuesto aunque en ocasiones sea imprescindible). Lo que sí que se hizo fue cambiar el espejo corrido por dos espejos más pequeños enmarcados. También se han cambiado los apliques que iban sobre él y se ha pasado de unas bombillas de camerino a algo más sofisticado. Tal vez sea este uno de los cambios que yo no habría realizado, ya que las bombillas son bastante aparentes.
Me gusta cómo han decorado la encimera con unos pocos elementos minimalistas, como la vela, la flor o los botes cromados que le dan personalidad y no sobran. Eso sí, no veo las toallas del lavabo aunque sí que veo las de la ducha.
El único cambio que veo superfluo es el espejo que veis en una de las fotos de la galería, el redondo que tiene los bordes con teselas, ya que no pega en absoluto con el resto de decoraciones. Si yo eligiera un espejo para ese rincón, lo pondría de cuerpo entero con un marco parecido al que han elegido sobre los lavabos o, mejor aún, uno que escondiera detrás un armario para guardar toallas y otros artículos de belleza.
En general me parece una buena reforma con la que se ha logrado un baño más moderno e higiénico. La moqueta en el baño es uno de los mayores errores decorativos que pueden existir ya que se pasa el día húmeda y es muy difícil de limpiar ya que no se puede llevar al tinte ni lavarla de ninguna manera, más allá de pasándole la aspiradora.
Vía | Apartment Therapy
En Decoesfera | Antes y después: un baño color chocolate
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