La falta de espacio en los cuartos de baños hace que tener una gran bañera hoy en día sea pueda considerar un pequeño lujo.
Quizá sea por eso que ahora, cuando se incorporan al cuarto de baño, las bañeras reciben buena parte del protagonismo con diseños bonitos que no están pensadas para ser encastrados.
Los diseños de las bañeras cobran un nuevo interés y la bañera vuelve a sus orígenes. Está pensada para ser vista y admirada desde varios ángulos y para que la experiencia de darse un baño sea eso, una experiencia fuera de lo común.
De hecho si me preguntan a mi te diría que el cuarto de baño perfecto tendría una gran bañera y una gran ducha. Un espacio conjunto en el que ambos elementos compartirían la misma zona y sobre todo, mampara y alicatado para proteger el espacio del agua.
Algo como esto.
Si solo dispones de bañera lo mejor será que la bañera se coloque al fondo del baño, para tener una bonita vista frontal de tu bañera-joya.
Si además la colocas bajo una ventana con vistas la experiencia del baño se convierte ya en lujo absoluto.
A falta de espacio en el cuarto de baño, también nos gusta la opción de poner la bañera en otros sitios como el dormitorio, el vestidor o incluso en un patio.
Y aquí las bañeras servirán solo para eso para bañarse con grifos de caño bajo y sin mamparas ni cortinas de ducha.
En cuanto a los diseños, se lleva todo. Con patas o sin patas, redondeadas u ovalados (tipo cocoon) y muy rectangulares. Además del clásico porcelánico otros materiales como el cobre, otros metales o las piedra conseguirán un acabado singular.
Imagen de portada H&M Home