Siguiendo con la Guía de estilos de decoración que comenzamos la la semana pasada hoy nos toca seguir hablando del estilo rústico.
Ya habíamos definido el concepto de rústico y habíamos hablado de las características que debía tener una casa para poder adaptarse a ese estilo, o mejor dicho, para poder adaptar a ella el estilo rústico. Hoy vamos a ir un poco más allá y hablar de los materiales clave a la hora de elegir esta decoración.
A la hora de elegir debemos tener en cuenta la definición de rústico y el ambiente que buscamos: una casa que nos recuerde al campo. Tenemos que optar entonces por materiales naturales o que estén vinculados de forma tradicional al campo.
¿Cuáles son esos materiales? Pues hay algunos ejemplos claros:
La madera, que por un lado es un material natural y por otro cumple la segunda característica, está vinculado al campo. Podemos utilizarla en diferentes opciones, por ejemplo para estructuras, como vigas en el techo, para muebles o carpintería algo que queda genial son los portones.
El hierro forjado perfecto para el mobiliario así como para rejas o ventanas. Es algo que siempre queda bien en este tipo de casas, claro que es más caro.
El barro es perfecto para los complementos y ayuda a darle un último toque a nuestra casa mediante los complementos. Como vasijas, jarrones, etc.
La piedra es otra opción muy habitual, sobre todo para paredes y suelos. Incluso queda muy bien en senderos de exterior.
A la hora de elegir textiles quedan muy bien aquellos de corte natural, como por ejemplo el lino o el algodón. Lo mismo si vamos a utilizar fibras, hay que optar por aquellas naturales.
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