Las persianas de madera son una buena opción en zonas templadas y exteriores, además son bastante decorativas, sobre todo si hablamos de casas de campo o chalets, aunque algo más inseguras que las persianas de inseguridad, lo que se arregla complementándolas con otros productos.
El único problema de las persianas de madera es que requieren un mantenimiento mayor (amén de que son un poco más costosas).
Las persianas de madera pierden brillo con el tiempo, se deterioran y si no elegimos bien el material corremos el riesgo de que sucumban a las inclemencias del tiempo.
Contra todo esto poco podemos hacer, pero lo que sí es cierto es que con un poco de esfuerzo, y con un simple cuidado una vez al mes, podemos conseguir que las persianas nunca pierdan su brillo, que sean mucho más resistentes a las condiciones externas y que además conserven su aspecto original durante más tiempo.
Lo único que necesitas es un poco de aceite de linaza y un paño suave. Impregna el paño con el aceite y pásalo con cuidado por cada una de las lamas de madera de la persiana y la estructura de esta. Hazlo al menos una vez al mes y verás como notas una clara diferencia.
En el momento en qe veamos aparecer los primeros agujeritos es el momento de hacer un tratamiento contra la carcoma, que podemos encontrar en cualquier tienda de bricolaje.