Vivimos malos tiempos para los que quieren vender su casa. El mercado inmobiliario está a la baja y cada vez es más difícil encontrar un comprador que adquiera nuestra vivienda por el precio que pensamos que vale. Hoy os propongo unos truquillos que no os saldrán muy caros pero que harán que vuestra casa valga un poquito más:
Si tu casa tiene patio exterior, pon algunas plantas. Las plantas embellecerán la vivienda desde fuera, asegurándote de crear el punto de interés en la puerta principal. Arregla los desperfectos que queden fuera, esconde los cubos de basura y procura tener flores en tu jardín.
Pinta el interior, ya que, además de higienizar, dará una sensación de que la casa tiene menos años mientras le da más luminosidad. Esta pintura te permitirá poner en el anuncio "recientemente reformada". La inversión será muy pequeña en comparación con lo que podrás subir el precio. Es fundamental que no elijas colores chillones o muy personales ya que a priori no sabes quién la adquirirá.
Invierte algo de tiempo y dinero en dejar perfectos la cocina y el baño. No hace falta que los vuelvas a alicatar, bastará con una limpieza a fondo (existen productos como el Baldosinín que dejan las juntas entre azulejos totalmente blancas, como recién puestos).
Vacía las habitaciones, dejando lo mínimo. Así los posibles compradores podrán hacerse a la idea de cuánto espacio están comprando. No obstante, recuerda que el comprador tiene que ver cómo se vive en tu casa, así que deja los objetos necesarios como para que vea que la vida en tu casa es fácil y cómoda.
Limpia a fondo. Es fundamental que la casa esté limpia, que parezca limpia y que huela a limpia. Los compradores no quieren adquirir un cuchitril, así que una casa limpia es una casa más valiosa. Quita el polvo a diario, utiliza lejía en cocinas y baños. ¡Que todo brille!
Vía | Casa Sugar
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