Dedicamos un montón de tiempo a preparar la casa para los niños y a adaptarla a sus necesidades a medida que van creciendo, pero tal vez no prestamos tanta atención al momento en el que se independizan y llega el momento del síndrome del nido vacío que suelen sufrir los padres: esa sensación de soledad y tristeza, que se experimenta cuando los hijos se van, hay que superarla con nuevas aficiones y actividades y también puede ayudar una nueva decoración..
Mientras que hay niños en casa, siempre está presente el desorden, las pintadas en las paredes e incluso arañazos en muebles y suelos... Así que si lo miramos desde un punto de vista positivo, claramente el momento en el que los hijos se van es perfecto para redecorar y para conseguir una casa renovada y estupenda. Analicemos algunos pasos a seguir que se le han ocurrido a Decopraktik, que como su propio nombre indica tiene siempre unas ideas muy prácticas.
Por ejemplo, se puede empezar por dar una nueva imagen al salón familiar con pintura para paredes. La combinación del blanco con el amarillo pálido es fresca, alegre y a la vez elegante. Con una puerta corredera se gana espacio y se favorece la libre circulación de la luz.
Para dar un look nuevo y atrevido a la cocina se puede optar por las puertas lacadas en blanco que amplían el espacio, dan luminosidad y combinan con todas las decoraciones. Se pueden contrastar con algunas vitrinas en negro para dar un toque de originalidad y personalidad al espacio.
Sin hijos en casa hay más tiempo libre para que los adultos las dediquen a sus propias aficiones, así que se puede aprovechar alguna de las habitaciones vacías, o incluso algún pasillo, para crear un rincón de lectura o un mini despacho.
Para dar un aire nuevo al baño, se puede colocar un revestimiento de paredes vinílico decorativo. Los revestimientos de PVC aguantan a la perfección la humedad y la condensación, por lo que son idóneos para cualquier estancia de la casa, incluidos baños y cocinas.
Para cambiar el dormitorio basta con decorar la pared de la cabecera con algún papel pintado de diseño, elegante y distinguido, que nos ayude a ver la habitación diferente sin tener que hacer una gran inversión.
Son pequeños detalles, pero que marcan la diferencia y que además de tenernos entretenidos mientras los ponemos en práctica, nos ayudarán a adaptar la casa a la nueva situación.
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