Ludovica Sannazzaro Natta es una joven italiana de 22 años. Estudió teatro musical en Los Ángeles Nueva York. Es escorpio. Y además, vive en una fortaleza medieval que ha pertenecido a su familia.
Este castillo de cuento de hadas con torres y 45 habitaciones está situado en medio de la campiña cerca de Giarole, en el norte de Italia. La joven se mudó allí cuando tenía tan solo 4 años. El padre de Sannazzaro Natta es conde, y el castillo ha pertenecido a su familia desde hace 28 generaciones.
La anterior generación de esta familia noble italiana utilizó el Castillo Sannazzaro principalmente como casa de verano, pero en 2006, los padres de Sannazzaro Natta decidieron mudarse de Milán y hacer del castillo su residencia permanente, llevándose a su pequeña hija con ellos.
Aunque el castillo formaba parte del paisaje habitual de esta joven italiana, Sannazzaro Natta todavía recuerda la emoción de descubrir la cantidad de habitaciones que hay en el castillo: hay 18 dormitorios y 9 baños, además de salas de estar, un comedor, un salón de baile, una biblioteca, un salón de baile y un comedor. La fortaleza medieval también tiene una capilla, un foso y hasta pasadizos secretos.
Sannazzaro Natta tiene un hermano mayor 14 años mayor que ella, por lo la joven pasó su infancia explorando el castillo con sus amigos. Los niños pasaban días enteros inventando cuentos de princesas, brujas y magos en un entorno muy apropiado, entre historias de Harry Potter y Narnia.
Cuando era adolescente, esta joven estuvo en un internado italiano. Y con esa distancia y su creciente madurez, Sannazzaro Natta desarrolló sentimientos más conflictivos sobre el hogar palaciego de su infancia ya que le costaba contar que vivía en un castillo. En esa época de su vida, se dio cuenta que el hecho de vivir en una fortaleza medieval podía cambiar el punto de vista de la gente sobre ella. Por eso, ocultaba esa información hasta que confiaba plenamente en las personas que conocía.
Mientras Sannazzaro Natta comenzó a considerar ese privilegio y lo que significaba, también quedó fascinada por la historia del Castillo Sannazaro y cómo se entrelaza con su propio legado familiar.
“Son casi 900 años de historia, entre este lugar y mi familia”, dice.
Ayudó a su padre a revisar viejas cartas familiares. Siguió a los investigadores paranormales que vinieron a investigar posibles sucesos fantasmales. Investigó su árbol genealógico para comprender cómo se construyó el castillo en primer lugar.
Tras graduarse en secundaria, Sannazzaro se mudó a Estados Unidos para estudiar teatro musical. Y si sus amigos italianos se sorprendían cuando contaba que su casa era un castillo, la reacción de los norteamericanos al enterarse el lugar en el que vivía era aún mayor. Pero en ese momento, la joven italiana estaba más cómoda con la historia de su familia y con el lugar del que procedía.
En mitad de sus estudios, llegó la pandemia de la Covid, y como tantos estudiantes, se marchó de Estados Unidos volviendo a casa de sus padres. Al volver, comenzó a ver el castillo de otra manera, dándose cuenta de que hasta ese momento, no le había dado el valor que realmente merecía.
Entonces fue cuando decidió crear cuentas en TikTok e Instagram para contar cómo es la vida en un castillo medieval. Las abrió en marzo de 2021, en pleno apogeo de la Covid. Y en ellas contaba la parte positiva e inspiradora de vivir en una fortaleza, pero también contando los problemas que tiene, como la mala conexión con la Wi-fi, las corrientes de aire o que hay demasiadas habitaciones para limpiar.
Conforme crecía el número de seguidores, la joven italiana comenzó a vestirse de época, e hizo partícipe a su madre para que le cosiera vestidos del siglo XIX. En la actualidad, esas ropas de época son protagonistas de la cuenta, y rara vez se la puede ver vestida con prendas modernas. Su padre también aparece a menudo en sus redes, y su hermano le ayuda en el tema administrativo y financiero de las cuentas de TikTok e Instagram.
Con las cuentas en redes sociales, también se ha potenciado el castillo como alojamiento, en formato bed and breakfast. Seis de las dieciocho habitaciones del castillo están disponibles para visitantes. Y además, también hay salas disponibles para bodas y eventos. Si te interesa, el castillo está a aproximadamente una hora de Milán, Turín y Génova, y a 650 metros de la estación de tren de Giarole.
Fotografías | The Castle Diary
En Decoesfera | Una pareja compra una finca en ruinas en Portugal y la convierte en una posada de 800 m²
En Decoesfera | Este sorprendente pueblo desierto tiene más de 700 castillos idénticos esperando comprador para darles una segunda vida
En Decoesfera | Cuando los castillos también se comparten: este castillo de cuento alemán tiene tres propietarios