Hoy le toca el turno a una planta de origen tropical pero que se ha adaptardo muy bien a nuestro clima, el tronco del Brasíl.
Se trata de una planta con gran tonco, jojas muy llamativas, largas y finas, con un aspecto muy decorativo pero realmente poco estilizado a diferencia de otras plantas de las que ya os hemos hablado como el ficus o la kentia.
En este caso su aspecto es más informal, y aunque se trate también de una planta de gran porte y muy vistosa para nuestros interiores es más adecuada para ambientes jóvenes y desenfadados.
Cuidados Necesarios:
-
Riego: No necesita mucho riego, pero sí humedad, lo mejor es mantener la tierra de la maceta ligeramente húmedo, utilizando poca cantidad de agua en cada riego, y volver a regar cuando veamos que la tierra vuelve a estar seca, todo ello asegurando siempre un buen drenaje.
-
Luz: necesita mucha luz, sin embargo aunque aguanta algo el sol directo es mejor colocarla a la sombra ya que si no sus hojas se amarillean
-
Temperatura: al tratarse de una planta tropical le gusta el calor, para que crezca con todo su explendor necesita unas temperaturas entre los 21 y los 24 grados, aunque en invierno aguanta temperaturas de hasta 5 grados centígrados.
-
Otros cuidados: se trata de una planta cuyas raíces crecen mucho por lo que necesita un trasplante cada dos o tres años, preferiblemente en la primavera, cuando lo hagas recuerda utilizar materiales que puedan asegurarle un buen drenaje.
Sugerencias decorativas
Se trata de una planta muy llamativa, con un tronco muy particular y unas hojas alargadas muy verdes y brillantes, y necesita espacio y luz, por eso es muy adecuada para salones luminosos, o recibidores, donde aportará una buena impresión y además conseguira la luminosidad que requiere.
Pero eso sí, como reconocimos al principio sólo es adecuada para ambientes o habitaciones más desenfadadas, con menos estructura, y más juveniles, donde no desentone con el resto de la decoración.
Ver 1 comentarios