Es de lo más habitual en millones de hogares; llegamos a casa por la noche, y cuando está toda la familia dentro, cerramos la puerta, damos un par de vueltas y dejamos las llaves puestas desde dentro. Seguramente, hay gente como yo, que aunque lo hayamos hecho al llegar a casa, revisará que la llave está en el bombín antes de acostarse... Esos tocs que tenemos algunos.
El caso es que en muchos casos lo hacemos porque lo hemos visto en casa de nuestros padres, y porque nos da sensación de seguridad: con esa llave puesta y cruzada nadie podrá entrar en nuestro hogar mientras dormimos. Pero lamentamos decirte que hacer este gesto rutinario es un tremendo error.
Al cruzar la llave de esa manera, pensamos que el asaltante no podrá forzar la cerradura y no nos pillará desprevenidos mientras dormimos. Pero según advierte el experto en seguridad Samuel Prieto, del Instituto Superior de Seguridad Pública, cerrar la puerta dejando la llave puesta es una mala idea que proporciona una sensación de falsa seguridad.
Dejar la llave en la cerradura, un error
De hecho, según los expertos, dejar la llave echada no solo no nos protege, sino que puede ser contraproducente para nuestra seguridad. Para empezar, dejar la llave puesta y girada en los bombines de embrague simple puede ser un problema: imagina que en esa casa vive una persona mayor que se ha caído y no puede levantarse; los familiares o los vecinos no podrán entrar con su llave al estar la llave cruzada por dentro.
También puede sucederte que salgas de casa corriendo por la mañana, y te dejes la llave puesta en el bombín por dentro. Por mucho que tengas una llave de repuesto e intentes abrir, no lo conseguirás. Tan solo te quedará llamar al cerrajero.
El mayor problema es que la dificultad para entrar en casa si la llave está puesta en un bombín de embrague será para ti o para tus familiares. Porque desgraciadamente, para los amigos de lo ajeno no será ningún impedimento. Los cacos pueden superar ese pequeño obstáculo con imanes o con el bumping, una técnica que utiliza una llave especial casi maestra diseñada para abrir la mayoría de cerraduras y que al recibir un golpe de martillo consigue alterar los pistones del cilindro. No son cerraduras más seguras, sino que esta función afecta a la comodidad y al control de acceso.
Además, hay que recordar que en la actualidad la mayor parte de los bombines que se instalan son de embrague doble, por lo que se puede abrir y cerrar la puerta tanto por dentro como por suera, aunque la llave esté puesta en la cerradura.
De esta manera, con este tipo de cerraduras, por mucho que pongas la llave puesta, el hecho de poner la llave por dentro no servirá de nada. Además, este tipo de cerraduras suelen contar con mecanismos que previenen forzamientos, aunque lamentablemente, no son sistemas infranqueables.
Fotografías | Maria Ziegler en Unsplash, Jaye Haych en Unsplash
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