Ya sé que yo no tengo edad para esto pero me encanta. De pequeña me gustaban mucho los toboganes y aunque hace ya unos cuantos años que no me deslizo por uno de ellos, me siguen gustando igualmente. Lo único malo del tobogán es que hay que salir a un parque para buscarlo y tiene que hacer buen día y sin llover... o no, tal vez podemos instalar el tobogán dentro de casa.
SlideRider es un accesorio que nos permite convertir de forma sencilla las escaleras de nuestra casa en un divertido tobogán. Lo estáis viendo en la foto sobre estas líneas, solo que ahí está plegado y no lo parece. Pero esa es precisamente una de sus mayores ventajas, que es un gran tobogán, pero al servirse de nuestra escalera para la estructura, plegado a penas ocupa espacio.
En la foto sobre estas líneas podéis ver como el accesorio se coloca en la parte superior de la escalera que vamos a convertir en tobogán y se despliega sobre ella. No ocupa todo el ancho de la escalera, de modo que hacia un lado quedan peldaños por los que poder subir para volver a deslizarse.
No es que sea el invento más funcional del mundo, pero para esas tardes de lluvia en las que no podemos llevar a los niños al parque a que jueguen, puede ser una gran idea. El tobogán cuenta con sus barreras laterales de protección y las medidas de seguridad pertinentes, aunque será bueno dejar claro a los niños que no deben utilizarlo si no es bajo la supervisión de un adulto. ¡A los peques les va a encantar!
Vía | Swiss Miss y My Modern Met
Más información | Quirky
En Decoesfera | Leer es más divertido si hay un tobogán