Seguro que todos habéis tenido tentaciones de cambiar el suelo por esos preciosos tablones de maderas oscuras, que le confieren a la casa un aire Bo Concept muy actual. Siempre me ha gustado el efecto del suelo oscuro con las paredes muy blancas, sin embargo siempre me quedaba en el efecto decorativo, mi mente no iba más allá.
Este verano he tenido que lidiar con dos suelos oscuros, de madera y de gres y una moqueta gris marengo casi negra y me he dicho ¡nunca más! Ya sé que muchos no estaréis de acuerdo conmigo y os parecerá una barbaridad, pero yo me voy a limitar a contar mi experiencia.
Reconozco que para quienes no tengan niños y mascotas,ni estén en el campo o en la playa (yo los he sufrido en los dos sitios) son una opción, pero para una familia bulliciosa que no deja de entrar y salir son una pesadilla.
Al pasar el polvo, todas las partículas acaban en el suelo y las que flotan en el aire, acaban posándose en tu maravilloso suelo oscuro, con lo que aunque hayas pasado antes la escoba para lo gordo y la mopa para lo invisible, siempre acaba con diminutas partículas blancas y tu trabajo es en balde.
Las pisadas que el suelo recién fregado, que en el parquet ni siquieran son perceptibles, en el suelo oscuro se notan muchisimo al secarse y hay que volver a fregar. Además los suelos oscuros, reducen la óptica visual, es decir que tu salón parecerá mucho más pequeño.
Si os fijáis en el recibidor de la imagen, veréis que aún siendo una foto de revista, el suelo tiene partículas blancas y huellas de pisadas. He llegado a descalzarme tras pasar el aspirador para quitar con la mano pequeñas motitas que no se sabe de dónde salen de la moqueta oscura.
Me muero de pena al ver las fotos y el efecto de los suelos oscuros y saber que nunca los pondré en mi casa. Y vosotros ¿Preferís suelos oscuros o suelos claros?
Imágenes | Feel inspired Blog, Stadshem, Modette
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