Esta semana pasada he estado en Nueva York, coincidiendo con las vísperas de Halloween, y he podido comprobar cómo se vive allí esta festividad que tan arraigada está en Estados Unidos. He de decir que no recordaba haber visto tanto cuidado en una decoración doméstica de exterior, se nota que esa noche es especial para mucha gente y en consecuencia crean unos decorados perfectos para el truco o trato. Algunos montajes no se limitaban solo a una puerta o un balcón, ocupando toda la fachada de un edificio, como veremos a lo largo de este post dedicado a la decoración urbana de Halloween en Nueva York.
Calabazas, gatos negros, arañas y pies colgantes
Esta es una de las decoraciones que más me gustó. El edificio ayudaba mucho, ya que era una preciosa casa de tres plantas de piedra y ladrillo situada en la esquina entre la calle E 86 y Henderson Pl. Estaba decorada con la intención de resultar terrorífica y bonita a partes iguales. Mientras yo me embelesaba con los detalles y el sentido del humor con que estaban puestos, llegó un grupo de escolares (de unos cinco años) con su profesora, y aquello se convirtió en un griterío.
Primero les gustó el gato que oteaba el horizonte sigiloso entre calabazas, pero cuando descubrieron el pie colgado de la puerta, los gritos fueron a más. Por fin la profesora les dijo que también había arañas gigantes, y algunos se empezaron a abrazar. Otros miraban el esqueleto aterrorizados. Fue una escena muy divertida que nos hizo reír mientras nos dejábamos llevar por esta tradición, que aunque en España nos empeñemos, poco tiene que ver con nuestra cultura.
Fantasmas y zombis en la escalera de emergencia
Las escaleras de emergencia son una constante en los edificios de la ciudad, era inevitable que encontráramos alguna engalanada para la ocasión. Esta, situada en el 1634 de York Avenue, se veía de lejos, al estar en una esquina de dos grandes avenidas. sus fantasmas encadenados, los zombis que miraban al cielo en una lenta agonía, daban un poco de grimilla, a lo que ayudaban esas largas cadenas que colgaban en el vacío, una de ellas portando un esqueleto. En la entrada al edificio el ambiente era un poco menos tétrico, con dos brujillas que guardaban la puerta, guarecidas por unas tiras de paja.
Desconozco como funcionan las comunidades de vecinos en Nueva York, por tanto no sé si fue algo que decidieron los inquilinos o por el contrario, los propietarios del edificio quisieron sobresalir por encima de todas las casas de la avenida, pero la verdad es que lo consiguieron. El aspecto era muy tétrico, seguro que por la noche, y con una iluminación adecuada, este efecto se multiplicaba.
Una enorme telaraña de bienvenida
Una buena muestra de como no son necesarios muchos elementos para realizar una decoración de Halloween evocadora. En esta casa de la W 20 Street, tan solo dispusieron una enorme telaraña enmarcando la puerta. La iluminación, encendida a plena luz del día, y el encanto de la zona, hacían todo lo demás. Varias arañas escalaban por los hilos, juraríamos que nuestra sugestión nos hizo verlas en movimiento.
El balcón de los ahorcados
Un edificio convencional de la E 86 Street era el marco de un balcón en el que ya no cabía un alma. Dos fantasmas blancos y uno negro se suspendían del techo, mientras que otros dos, estos con una expresión más traviesa, parecían saludar desde la barandilla. Tres grandes arañas defendían su posición sobre un entramado de flores y pequeñas calabazas. A uno de las lados, un jardín vertical nunca antes visto.
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