El estilo bohemio tiene muchos seguidores es una tendencia amante de los elementos realizados a mano y de la combinación en diferentes experiencias textiles y materiales. Un estilo que aporta libertad en la decoración del hogar, excelente para llevar la libertad y armonía a todos los espacios de la casa y gran compañero dentro de una corriente estética que llega hasta el propio vestir. Lo bohemio tiene un algo especial que lo diferencia de cualquier expresión: se puede personalizar sin copiar patrones.
El estilo bohemio puede originarse desde los colores vivos hasta los más cálidos, eso sí, dando mucha alegría a los ambientes. Este año han triunfado los tapices decorativos realizados en macramé. Los más habituales son de tonalidades beigs aunque los hemos podido encontrar en tonos degradados desde el color coral hasta el negro y en combinación con hilos de macramé negros y blancos rotos. Porque si algo tiene el estilo bohemio es la buena fusión con el bicolor blanco y negro y con todo lo que lo rodea, sea moderno o vintage. Las posibilidades bohemias son tan versátiles que es fácil identificar el estilo a simple vista, y a su vez, ser diferente de unos hogares a otros.
Los tonos más habituales para conseguir un look de hogar bohemio son los naranjas, malvas, amarillos (mostazas) y rojizos (calderas). Los textiles en colchas y cojines suelen incorporar pequeños y redondos espejos, pasamanerías y formas entrecortadas que dan paso a otro tejido similar en contraste de color, los flecos y borlones son muy característicos para entender este tipo de decoración.
Los pilares para decantarse por un estilo bohemio sin que la vivienda parezca un pequeño circo, consisten en aplicar colores neutros en las paredes, y jugar con espejos y mobiliarios de tendencia hyppies o de inspiraciones étnicas. También se pueden incluir elementos decorativos vintage con reminiscencias gitanas, árabes e incluso algunos toques de estilo nórdico. Parece increíble pero la fusión ¡funciona!
Todo depende del grado de admiración que se tenga por lo bohemio, a veces una alfombra, una mesa auxiliar, un puf o almohadones confortables, son suficientes para crear la sensación libre y errante de este estilo.
Situar en las paredes réplicas de obras modernistas (Gustav Klimt, Alfons Mucha o Charles Rennie Mackintosh) es un añadido como remate de Art Nouveau. Las flores son imprescindibles y las plantas también, forman parte de la sintonia bohemia que se encuentran en recónditos y pequeño espacios del hogar aderezados con un objeto antiguo o algún detalle de cristal tallado y lámparas colgantes de luz cálida. La vegetación aporta bastante y si son plantas colgantes que flotan sobre maceteros de macramé que cuelgan de los techos le daremos a un dormitorio, cocina o salón, otro paso adelante hacia el objetivo fijado.
- Para recrear espacios más distendidos y con espíritu libre se pueden introducir mobiliarios revestidos con materiales en piel, en madera natural desgastada (semi-rústica), mimbre, ratán y por supuesto los tejidos artesanales, muy importantes para dar ese carisma lleno de sentimientos personales.
Personalmente, estimo que los espacios para cortinas, paredes y carpinterías varias, se deben tocar con tonalidades neutras, dejando que sean los complementos y mobiliarios los que activen el estilo que se busca. La rebeldía es el matiz de un estilo bohemio no encasillado al cien por cien, deja volar tu inspiración en manteles, alfombras, jarrones, cerámicas, cestas, cojines... La suma de todos éstos cuenta para personalizar tu propio hogar y así obtener una divertida tendencia no copiada y sí, puede que sea similar a las demás, pero con la chispa libre de tu imaginación ecléctica, moderna y vintage.
Foto Inicio | Naroa Fernandez Mendia (Fotógrafa)
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