Una buena cubertería de plata era, hasta hace algunos años, elemento imprescindible en cualquier ajuar de postín. Se heredaba de madres a hijas o se recibía nueva como el más espléndido de los regalos. Yo no tuve la suerte de recibirla, aunque me hubiera encantado, quizá por eso me han llamado tanto la atención estos curiosos cubiertos.
Han sido diseñados por Donata Paruccini y Fabio Bortolani, que se han inspirado para ello en las cuberterías tradicionales italianas de finales del siglo XIX. Claro que no están hechos de plata sino de plástico de la más alta tecnología que nos va a permitir utilizarlos una y otra vez sin que se estropeen, e incluso meterlos en el lavavajillas, algo que jamás podríamos hacer con la cubertería de la abuela.
El set de cuatro (cuchara, tenedor, cuchillo y cucharilla) nos costará 12 euros en cualquiera de los 11 colores distintos que tenemos a nuestra disposición. Seguro serán la estrella de celebraciones y picnics.
Los vinilos decorativos y las pegatinas nos permiten también disponer de una cubertería clásica en casa y de disfrutar de sus líneas, aún sin haberla heredado.
Como vemos en las imágenes el barroquismo de sus formas se puede integrar a la perfección incluso en los ambientes más actuales. A mí me ha llamado la atención especialmente el adhesivo para el frigorífico de la foto inferior. Es de la cocina de una de las lectoras de Casa Sugar y consigue transformarla por completo. En realidad creo que me parecería mejor en un electrodoméstico de una sola puerta y con el mango de la cucharilla un poco más corto, pero aún así me gusta bastante.
Los precios de estos vinilos y pegatinas oscilan entre los 15 y los 20 euros al cambio, a los que habrá que añadir el transporte. Desde luego una inversión mínima comparada con la que tendrías que hacer para una cubertería de verdad.
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