Coincidiendo con el 30 aniversario de la silla Juliette de Hannes Wettstein, Baleri Italia ha decidido rendirle homenaje a este diseño icónico con una edición limitada de cien piezas en color champán, todas numeradas y con la firma del diseñador, que por su tono resultan ideales para la celebración de la Navidad y el Año Nuevo que ya se acerca.
Fiel a su espíritu innovador la empresa está promoviendo, al mismo tiempo, un proyecto que celebra la encrucijada del arte y el diseño, comisariada por Aldo Parisotto y en colaboración con la galería Studio La Città de Verona. En este proyecto, tres artistas contemporáneos, unidos por su continua exploración cromática, han elegido la Silla Juliette en un color con el que tienen una gran afinidad, y han sido inmortalizados por tres fotógrafos diferentes en tantos retratos emblemáticos.
En cuanto a la edición en color champán, hablamos de cien piezas, todas cuidadosamente numeradas y con la firma grabada del diseñador Hannes Wettstein, se producen especialmente en este tono para celebrar un punto de referencia emblemático del diseño Made in Italy. Cada silla vendrá especialmente empaquetada y acompañada de un certificado de autenticidad y singularidad. La edición limitada de la silla Juliette estará disponible desde finales de este mes de noviembre de 2017 hasta que se vendan todas, a un precio de 469 euros más IVA.
Por otro lado, el proyecto concebido por Aldo Parisotto junto con la galería Studio La Città de Verona, promueve el diálogo constructivo y la sinergia entre tres campos creativos: arte, fotografía y diseño, que están y deben estar siempre en constante conexión entre ellos. Luigi Carboni, en la primera imagen de este artículo; Herbert Hamak, en la foto bajo estas líneas y Jacob Hashimoto, en la imagen sobre este párrafo son, junto con la silla Juliette, los grandes protagonistas. 
El color se convierte en el hilo conductor que une la experimentación artística con el producto: la silla Juliette, con su ligero bastidor de varilla de acero que, precisamente por sus diferentes colores, se convierte en un mueble versátil y altamente identificable, capaz de integrarse armoniosamente diferentes esquemas de diseño de interiores.
La fotografía del proyecto fue confiada a tres profesionales diferentes, Yuko Torihara, Wolfgang Günzel y Michele Alberto Sereni, invitados a capturar en un solo clic la sinergia derivada de un encuentro entre cada artista y Juliette. Los estudios de artistas, ubicados en Nueva York, Pesaro y Hammelburg, funcionaron como telones de fondo emblemáticos e internacionales para el proyecto.
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