9 cosas que debes corregir en casa si la quieres tener ordenada y lista para una inspección de Marie Kondo

9 cosas que debes corregir en casa si la quieres tener ordenada y lista para una inspección de Marie Kondo

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9 cosas que debes corregir en casa si la quieres tener ordenada y lista para una inspección de Marie Kondo

Tener una casa limpia (y ordenada) a veces parece una misión imposible. Y aunque la ordenemos, ya sabemos que con el estrés y el ritmo de vida que llevamos, volverá a estar revuelta en menos de lo que canta un gallo.

Aún así, hay que proponerse que la casa esté siempre en perfecto (o casi) estado de revista, por eso de que nos sentimos mejor en ella, y por las visitas inesperadas que se presentan de repente en casa sin avisar.

En este proceso de ordenar, hay que tirar muchas cosas (lo dice Marie Kondo, y si ella lo dice, es ley). Pero antes de ordenar, hay que hacer un rápido repaso por nuestra casa para detectar qué cosas podemos tirar, y qué aspectos hay que mejorar. Y hay un buen puñado de cosas que podemos hacer y que se repiten en muchos hogares ¿Comenzamos?

Bolsas de plástico. Lo de las bolsas de plástico en casa es de traca. Las acumulamos como si no hubiera un manaña. Para la basura, para llevar tal cosa, para bajar a comprar... Realmente, no nos hacen falta tantas bolsas. Lo mejor, hacerse con unas bolsas de tela para hacer la compra (las hay monísimas), y quedarse con media docena de bolsas. Si buscas en el fondo del cajón donde las guardas, seguro que hay hasta bolsas amarillas del paso del tiempo.

Cajón de la ropa interior. Además de ordenarlo, y hacernos urgentemente con algún sistema organizador, lo primero que tenéis que hacer es deshaceros a la de ya de la ropa interior vieja ¿Para qué la tenéis? ¿Por cariño? Así que tirarla ya, e iros a comprar ropa de interior nueva.

La ropa de casa no tiene porqué ser vieja Al igual que hay que deshacerse pero ya de la ropa interior vieja, también hay que renovar la ropa que llevas para andar por casa. Seguro que tú, o quizás tu pareja, tiene ese pijama viejo lleno de bolisas que no piensa tirar jamás porque dice que no hay otro igual.

Ropa

O un jersey que parece un saco de tela, o unos jeans que tienen más agujeros que el queso gruyere ¿Realmente recibes así a las vistas, o le abres la puerta al cartero? Seguro que cuando alguien llama a la puerta, te cambias en cuestión de segundos para que no te pille de esa guisa. Pues directamente, ahórrate ese paso y ve por casa con ropa cómoda, pero digna.

El vestidor. O en su defecto, los armarios. Seguro que lo tienes a reventar de prendas. Pero, ¿cuántas de ellas te pones a diario? ¿Y cuantas de ellas no te pones hace años, pero las guardas por si aca? Casi todas. Reconócelo, ese vestidito tan mono que no te entra hace años, o ese pantalón que no puedes abrochar por la barriga cervecera no te lo vas a poner de nuevo, porque salvo honrosas excepciones, y por mucho que lo pretendamos, con 40 años no podemos tener el cuerpo que teníamos a los 20 o a los 30. ASí que deshazte con rapidez de esas prendas que hace al menos 6 meses que no te pones. Regálaselas a un amigo o amiga (regalar hace feliz), o dónalas a tu parroquia, a Caritas o a una ONG. Seguro que ellos lo aprovechan mucho más que tú.

Vestidor

Botes de conserva Hay casas en las que abres los armarios de la cocina, y aparecen botes y más botes de conservas por todos sitios. Vale que cocines, que embotes la comida para congelarla o al vacío, que prepares deliciosas conserveras, pero en serio, no somos conserveras ¿De verdad hay que tener en casa 50 o 70 botes de todos los tamaños y colores por si hago cocido, potaje o sopa, y congelarla? Piensa en lo que cocinas, cuantos botes necesitas realmente, y el resto, recíclalos. O ponles unas puntillas y que decoren tu terraza con unas velas, pero sácalos del armario ya.

Los abrigos y las chaquetas, a la percha.

Es una tradición en muchas casas. Una tradición que me horroriza, y que la tengo que sufrir en mis propias carnes en casa. Llega tu pareja, y ale, en lugar de colgar el abrigo en el vestidor o en una percha, la deja en la silla del salón. Y si al día siguiente se pone otra chaqueta diferente, en el salón llegan a acumularse las dos prendas. Error. Cuando vuelvas o vuelvan a casa, la chaqueta, sieeeeempre en la percha. Por el bien de mis nervios, y los de la gente como yo.

Percha

Auriculares de Renfe. Piénsalo. ¿Cuantos auriculares tienes por casa? Cada vez que viajas en AVE, te dan unos. Y mucha gente, al acabar el viaje, se los lleva. Y luego, los deja en el cajón de los trastos, o en el cajón de la mesilla. Y el siguiente viaje, sucede lo mismo. Y así, tenemos una colección de auriculares que jamás volverás a utilizar, contribuyendo al desorden y ocupando un espacio precioso.

Los zapatos, mejor en el zapatero. Guardar los zapatos es una de las cosas más problemáticas que hay que resolver en una casa. Sobre todo' (como es mi caso), hay una irresistible tentación por zapatos y zapatillas. Para mucha gente, lo más cómodo es guardarlos bajo la cama. Y no por decisión propia, sencillamente, zapato que se quita, zapato que deja junto a la cama, empujándolos con delicadeza bajo ella. Así, hasta ese momento en que si se aliaran zapatos y pelusas, podrían llevarse la cama corriendo sin esfuerzo alguno.

Zapatero

Revisa las cremas y potingues varios. A ver, ¿cuántos botes de cremas de belleza tienes abiertos en el baño, en ese cajón, o en esa cesta en la que da miedo meter la mano. Las cremas se secan, caducan, y además, ocupan un espacio precioso. Por tanto, deshazte de todas esas cremas que no usas, o incluso botes vacíos que has ido acumulando año tras año.

Casa

¿Te animas a empezar por estos pequeños gestos para tener tu casa ordenada?

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