Llega, si no el frío, si el fresco y apetece estar acurricadito en el sofá con una buena lectura y una taza de té. Parece que todos los interioristas se han puesto de acuerdo en que los ambientes son mucho más cálidos con amorosas mantas de pelo largo, blancas como la nieve, en sofás, camas o butacas.
En interior o exteriores con paisaje de cuento de hadas van a ser grandes aliadas que nos harán soñar que estamos en una cabaña alpina.
Las frías sillas de diseño de pexiglas, de madera o las de mimbre, pierden su aire tropical con estas mantas, los sofás parecen otros y a los pies de la cama quedan de peli (de tramperos).
En blanco absoluto o cualquiera de sus gamas, con tonos negros o grises, siempre quedan genial, dando un aire sofisticado y hollywoodiense.
Perfectas en ambientes clásicos, rústicos y combinadas con muebles de diseño...siempre dan el toque invernal al interiorismo. Un cambio radical al salón, dormitorio , comedor o terraza, con un simple gesto.
También las hemos visto como alfombras, pero calculo que con ese "no color" y en el suelo estarán más tiempo en el tinte que puestas en casa. Para los que no queréis pieles naturales en casa, ya os advierto que la mayoría son de piel sintética o directamente de lana.
¿Os apuntáis a tener una manta de pelo largo blanca en casa para combatir el frío de este otoño?
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