Con la marca Desigual tengo una relación de odio-odio. Por cada prenda que me gusta hay unas mil que no lo hacen y que tengo la sensación de que ni siquiera le quedan bien a nadie. Sin embargo, hoy he conocido Desigual Living Collection y he caído rendida porque me ha encantado.
Desigual ha lanzado una colección de dormitorio, otra de baño y otra de cocina. La idea es que los estampados de los textiles es bastante similar a la de la ropa de las tiendas, pero aplicada en tela de hogar a mí me gusta mucho más. Los espacios se llenan de color, de formas y de figuras que llenan de optimismo cada habitación decorada con esta marca.
Los textiles de cama de Desigual
Mis favoritas son las fundas nórdicas y fijo que cae alguna de regalo de Reyes. La marca ha sabido combinar los estampados atrevidos de sus prendas de calle con otros diseños más comedidos en los que el fondo blanco servía de contrapunto a sus dibujos de labios o de círculos aunque yo no los recomendaría para los amantes del minimalismo por muy blanco que sea el fondo.
Las fundas nórdicas están disponibles en unos tamaños que van desde los 135x200 a los 240x220 con unos precios de 99 a 139 euros y la mayoría son reversibles. Eso sí, en algunos casos habría que comprar a parte la bajera y las almohadas por lo que ya nos pondríamos en unos precios un poco caros para mi gusto.
Desigual Living Collection para el baño
En la parte del baño tenemos toallas y albornoces, y al igual que en la ropa de cama, hay toallas totalmente estampadas y otras en las que solo está estampado el vivo del final. Vaya, que hasta mi madre las aprobaría y eso que ella odia decorar con colores chillones.
Azul, rojo, verde y blanco son los principales colores usados por Desigual para decorar los baños, y hay varios tamaños de toalla para poder elegir. Las toallas se venden en tamaños desde 16x21 cm, que serían las de bidet hasta la más grande de 100x150 que sería la que podíamos usar para ir a la playa en un momento dado con unos precios entre 4 y 34 euros.
Desigual en la cocina
Terminamos en la cocina, donde Desigual ha preparado desde manteles a guantes y por supuesto manoplas. A mí hay algunos diseños que me recuerdan vagamente a Agatha Ruiz de la Prada, sobre todo los que son una diana de círculos concéntricos en varios colores.
La colección se completa con caminos de mesa y con manteles individuales de diferentes formas y tamaños. Los precios en esta sección varían desde 9 a 39 euros en manteles, en función de su tamaño y unos 9 euros las manoplas.
En resumen, Desigual me parece una marca de un precio más bien alto aunque no tanto si ello se corresponde con la calidad (que desconozco porque aún no me he pasado por la tienda a comprobarla). Digamos que en el sector de precios compite más con Zara Home que con Ikea aunque el diseño es para mí bastante más alegre que la primera marca. Ya os digo que le voy a pedir a los reyes una funda nórdica de Desigual Living Collection a ver si hay suerte.
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