Hacía tiempo que había dejado de hablarles de colores, así que creo que ya es hora de retomar la temática, y nada mejor que una combinación tan típica como el rosa y el blanco que solemos ver sobre todo en habitación infantiles, por su ternura y serenidad. Sin embargo existen muchas variaciones dependiendo de la tonalidad de rosa que se elija, un tono pastel puede ayudarnos a decorar habitaciones de forma cálida, los más oscuros sin embargo pueden crear ambientes modernos y eléctricos, así que hoy vamos a hablar concretamente del rosa pálido.
Es una combinación de la que no conviene abusar, sobre todo cuando se utiliza para habitaciones comunes o compartidas y no para un espacio íntimo como puede ser un dormitorio ya que podemos darle a nuestra casa un aire cursi y demasiado femenino, pero lo cierto es que usándola en su justa medida no tenemos por qué limitarla a los espacios individuales, de hecho todo un ejemplo lo tenemos en las fotos de la casa de Gwyneth Paltrow de la que os hablábamos el otro día, donde el rosa está en todas las habitaciones dándoles un toque romántico y cálido.
En todos estos casos el blanco servirá para atenuar la sensibilidad del rosa, por eso es conveniente intercalarlos ya sea en textiles o mobiliario, en la primera imagen por ejemplo se ha intercalado el rosa en objetos y paredes, no se ha pintado la totalidad de la habitación en rosa, sino que se ha usado en paredes destacadas para no abusar, y al mismo tiempo se han utilizado varios objetos en este color como la alfombra, jarrones o puertas interiores, el rosa se ha atenuado gracias al blanco en el que se han pintado el resto de las paredes y el techo, además de la puerta principal que al abrirse sobre la pared rosa atenúa aún más la pared.
1ª Imagen vía | Apartment Therapy