Una buena forma para convencernos de la necesidad de incorporar al salón una mesa de centro, es multiplicar su funcionalidad, si la mesa tiene algo más que una superficie baja útil, tal vez veamos más claro el interés de su incorporación a la sala de estar, lo digo porque sé que hay gente que opina que es mejor prescindir de ella, yo opino lo contrario, aunque sí que estoy de acuerdo en que se puede cambiar su ubicación y que en vez de colocarla en el centro de la sala, es posible ubicarla en un lateral, junto al extremo de algún sofá.
El caso es que esta que veis en la imagen me ha gustado mucho, porque los paneles que vemos que la forman, en blanco y marrón chocolate, son móviles, deslizan relativamente entre sí y tienen huecos de diferentes tamaños, compartimentos ocultos para almacenaje de pequeños objetos. Un par de bolígrafos, unos pañuelos de papel, el mando a distancia de la tele... siempre hay cosas para guardar que está bien tener a mano.
Una vez abierta la mesa se puede utilizar de un montón de maneras, en la superficie superior podemos tener siempre lo mismo, o bien una lámpara y algunos libros como se ve en la imagen, o unas flores, un centro decorativo, un cenicero... en fin, que cada uno coloque los adornos y elementos que necesite o que le gusten.
En los espacios de los paneles más bajos, puede haber cosas guardadas o no, también se pueden utilizar para colocar vasos o cuencos con cosas para picar, puede ser muy práctico cuando vienen amigos a casa, para servir y colocar en la mesa lo que cada uno quiera tomar, con la mesa abierta, tendremos mucho más espacio disponible.
Vía | Digsdigs En Decoesfera | El baúl de Decoesfera: mesas de centro
Ver 2 comentarios