En donde yo vivo aunque estamos aún en otoño, ya parece que hubiera llegado el invierno, viento, frío, lluvia, temporal... Empieza esa temporada de tardes y fines de semana en el sofá con la mantita, el portátil, un libro o la tele... lo que más apetece cuando uno llega a casa es coger una buena postura en un asiento cómodo y calentito, Oyster reune todas esas cualidades y algunas más.
Es un asiento individual, esa es la única pega que le pongo, podría ser buena idea diseñarlo también de dos plazas para esos días en los que se disfruta de doble compañía... Pero por lo demás me parece muy interesante en su diseño, es bajo, lo cual no es habitual en asientos que suelen tener más altura, en ese sentido se parece más a un cojín de suelo, pero como tiene respaldo es mucho más confortable, además es plegable por lo que es fácil de mover y transportar.
La estructura es muy sencilla, una vez doblado ocupa muy poco y se puede guardar en cualquier sitio, así que incluso podemos retirarlo de la vista en verano, si nos parece demasiado caluroso y gris para esa estación, por su diseño, materiales y color, es evidente que es un mueble diseñado para estaciones frías, la textura de su acabado se ve muy abrigosa, así que es posible que en días de calor no sea una gran idea utilizarlo.
Perfecto complemento para una mesa baja, ideal para tener en casa y utilizarlo como asiento de relax para nosotros o como sitio improvisado para esos días en los que se multiplican las visitas. Añadir además que en su diseño ha participado un español, Pablo Carrascal que forma parte del Estudio Kawamura-Ganjavian al que corresponde el diseño de Oyster.
Vía | Design Boom Más información | Studio Kawamura-Ganjavian En Decoesfera | Wohnwagen, el asiento mas calentito