El otro día os hablaba de las Claves del salón de Sonia y Miguel, de Escenas de Matrimonio, la pareja más joven, hoy le toca el turno a la pareja opuesta, la mayor y que por desgracia (para muchos de los que solemos verla) ya no están: Pepa y Avelino
Apuesto a que los que en un principio no entendíais, porque no veis la serie, lo que quería decir con las variaciones en la decoración, con las imágenes de los posts anteriores y estos vídeos ya tenéis clara la idea.
La decoración nos cuenta la vida de las personas, no sé si os ha pasado, pero cuando ves una casa o un cuarto sabes perfectamente cuál es el estilo de vida de la persona que vive ahí, qué edad tiene, sus costumbres, si tiene hijos,... pues bien en esta serie nos cuentan eso expresamente.
Si miráis el vídeo de arriba y lo comparáis con las imágenes que teníamos del salón de la pareja joven es curioso como a pesar de tratarse del mismo espacio prácticamente, la distribución, los colores, los complementos, los adornos son totalmente distintos.
Es curioso como la casa está mucho más sobrecargada, tanto de colores como de objetos, probablemente como la mayoría de las casas de nuestras abuelas, como abundan motivos de moda de hace años, como la tele ocupa un lugar principal dentro de la habitación como forma fundamental de entretenimiento y cómo los ambientes están mucho más estáticos.
Pero vamos a desglosar los detalles uno por uno como ya hicimos en el caso anterior. Lo primero que llama la atención, para empezar con lo mismo que en el caso de los más jóvenes, es el color.
Mientras en el caso de los jóvenes abundaban los colores eléctricos, llamativos, vistosos, los contrastes,... en este caso se ha optado por los tonos marrones y verdosos tan socorridos en cualquier casa, que le dan un aspecto sobrio y más oscuro al salón.
Un marrón y el verde que vienen de un aire rural, que compagina con los motivos de flores y la gran cantidad de plantas que podemos encontrar a lo largo del salón.
La forma del sillón también es diferente, nada de diseños modernos o divertidos, se trata de un sofá de estilo clásico, el típico tresillo en tres piezas con un estampado en flores grandes, rojas muy llamativo.
En este tipo de casos, como en casa de mi abuela, es imposible lo de imaginarse comiendo en el sillón sobre la mesa de café o la cocina, como veis, el comedor está perfectamente montado, con unas sillas en acabado rústico, como la que ocupa el recibidor.
Las paredes están decoradas en este caso por grandes cuadros en tonos marrones y verdosos, los mismos tonos que destacan en el colorido de la habitación.
Tengo que resaltar, por eso he escogido esta foto, el mueble de esquina que han escogido para montar un pequeño recibidor, que, no como en el caso de los jóvenes, tiene menos importancia en la casa.
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