Regresan los diseños de Trini Salamanca y Pablo Párraga, que ya nos han enamorado hace tiempo con sus lámparas y objetos y esta vez vienen inspirados en la figura mitológica de Moloch, el dios fenicio del fuego purificador, la luz y la oscuridad.
La primera colección de mobiliario de Antoñito y Manolín, en la que una silla, un sillón y un taburete que comparten una visión conceptual primitivista, de proporciones masivas, aire retrofuturista y líneas puras, ya está lista para conocer mundo.
Tres asientos de formas brutalistas y apariencia primitiva que esconden un profundo estudio de la ergonomía y las proporciones, un trabajo artesanal de gran precisión y el empleo de tecnología de control numérico para el corte en ángulo de herrajes.
LET THE FLAMES PURIFY
Bajo este claim, el estudio presenta su primera colección de mobiliario: piezas de madera maciza ebonizada mediante la técnica japonesa de Shou shugi ban que hacen resaltar sus anillos aportando una experiencia sensorial llena de texturas.
La madera se complementa con latón, que forma parte de la estructura y de los herrajes del mueble. Piezas de latón macizo que han sido diseñadas matemáticamente y trabajadas en control numérico para adaptarse a los sutiles ángulos que hacen que cada uno de los asientos sea ergonómicamente perfecto.
REFECTORY CHAIR
Su engañosa esbeltez de casi 1,5 metros de altura contrasta con una estructura rotunda e imponente. Dos trapecios de madera maciza perfectamente alineados y ensamblados forman el respaldo. Planos oblicuos y ángulos divergentes y elongados orientados hacia el cielo y unidos entre sí por ensambles y tubos de latón macizo, como si de una negra escala de brillantes peldaños se tratara; una rampa de despegue hacia las estrellas.
Las patas delanteras, formadas por tubos de latón terminan en tornillos de latón macizo fresados mediante control numérico, para lograr cortes en el ángulo exacto y quedar perfectamente enrasadas con la superficie de la base del asiento.
KNOWLEDGE THRONE
Sus proporciones brutalistas, su peso (60 kg) y la aspereza y severidad en sus formas se traducen en texturas orgánicas sutilmente delicadas y una comodidad y ergonomía absolutas. El asiento, una sola pieza de madera maciza, parece flotar sobre el suelo, suspendido en voladizo bajo los reposabrazos, proyectados hacia el frente desde las patas/columnas traseras.
Una balaustrada inferior reparte la carga dándole al conjunto su esencia arquitectónica. La transmisión de fuerzas, ángulos y contrapesos en la unión entre la base y los dos bloques que forman el respaldar hacen que el cuerpo principal del asiento dé la impresión de levitar sobre el resto de la estructura.
MIRAGE STOOL
El reflejo en el aire de lo volátil contra lo terreno, albergando lo primero el volumen y la esencia, y lo segundo el vacío. Este taburete mantiene las característica en el tratamiento de la madera que las dos piezas anteriores y al igual que el sillón, el latón se convierte en el elemento estructural del asiento. También aquí los discos de latón cumplen una doble función, tanto estética como técnica, al ser estos los tornillos de seguridad que fijan toda la estructura.
¿Qué os parece esta primera colección de mobiliario de Antoñito y Manolín?
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