Hay veces que ves un espacio y no te inspira nada, o te inspira muy poco. Es lo que me ha sucedido a mí con el salón que tenéis sobre estas líneas. Con las paredes en gris, esta habitación no me decía nada. Le veía gran potencialidad, eso sí, gracias a la escalera, cuyas formas siempre son uno de los retos de todo amante de la decoración.
Partimos de un salón con el suelo de tarima y unas paredes de un gris bastante oscuro que resta luminosidad. Las paredes, irregulares, son ideales para crear varios ambientes diferentes aunque siempre respetando que nos encontramos en una zona de paso entre dos pisos de la casa.
Como veis, lo que se hizo para actualizar el salón fue, sobre todo, pintar las paredes con un diseño que recuerda a la pata de gallo en amarillo sobre blanco. Bajo la escalera se aprovechó para poner una estufa de aires antiguos y una librería baja. Aquí seguro que hubo que hacer obra para sacar la chimenea por arriba, pero no me negaréis que el resultado es bastante bonito.
Tal vez lo que menos me gusta es la manera en la que se disponen los cuadros, que apenas destacan sobre un fondo tan recargado. El salón se completa con un sofá y dos butacas cada una con distintos tapizados, y con mesas de madera clara que quieren recordarnos el estilo nórdico aunque el conjunto es bastante opuesto a la idea del minimalismo norteuropeo. ¿A vosotros os convence?
Vía | Design Sponge
En Decoesfera | Alfombra con estampado de pata de gallo
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