Muchos pasamos una etapa en nuestra vida en la que adoramos el color rosa, sobre todo las mujeres, pero suele ser una etapa pasajera y el problema es que cuando el rosa deja de gustar, nos damos cuenta de que hemos comprado un montón de cosas, entre ellas complementos decorativos, en ese color, que nos gustaría renovar. En algunos casos extremos hay quien llega incluso a tapizar el sofá del salón en rosa, ese caso es ya, realmente grave, pero también tiene remedio.
Cuando un día una se da cuenta de que el rosa ya no es su color, pero sin embargo tiene un sofá como el que vemos en la imagen con la que comienza este post, debe pensar en como cambiar radicalmente su aspecto para que parezca otro, por supuesto lo primero es elegir una nueva tela para el tapizado, pero podemos pensar también en oscurecer ligeramente el tono de la madera. Ese cambio no se hace muchas veces y sin embargo también es interesante.
El resultado puede ser por ejemplo algo así, la verdad es que tampoco es que me encante, yo creo que habría elegido otro tipo de tela, probablemente a rayas, no me preguntéis por qué, pero este sofá me inspira rayas de colores sobre fondo claro. Aún cuando la elección de la tela para mi gusto no haya sido un acierto, quería resaltar el tema del cambio de color en la madera.
A primera vista uno puede incluso no darse cuenta, sin embargo si nos fijamos un poco y sobre todo si comparamos las dos imágenes, nos daremos cuenta de que el tono del barniz se ha oscurecido bastante y eso sí que ha sido un gran acierto, con ese nuevo tono, la estructura del mueble se ve mucho más actual, aún siendo el sillón antiguo, con la madera más oscura su aspecto se corresponde mucho mejor con las tendencias de hoy en día.
Vía | Design Sponge En Decoesfera | Antes y después: sofás con tapizado renovado
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