María Lancha
EditorEncontrar el sofá perfecto puede parecer una misión imposible. Queremos que sea cómodo, bonito, resistente y, sobre todo, que encaje con nuestro estilo de vida y con el espacio disponible. Además, a la hora de elegir el sofá perfecto o reubicar el que ya tenemos, nos surgen dudas al respecto como el tono del mismo o la composición que conforma con los cojines.
Pero más allá de la estética, hay un detalle que muy pocos tienen en cuenta y que marca la diferencia entre un sofá acertado y una mala inversión. Un detalle que puede pasar desapercibido pero que tiene una lógica detrás, se trata de la altura del respaldo.
Define para qué lo necesitas
Nicola Smith
Antes de enamorarte de un diseño, hazte una pregunta esencial: ¿qué función va a tener ese sofá? No es lo mismo un sofá pensado para ver series durante horas que uno que se usará ocasionalmente en un despacho o una sala de espera. Por eso, es fundamental que pienses para qué lo vas a utilizar antes de comprarlo.
Si buscas un sofá para descansar o pasar mucho tiempo, prioriza la comodidad y el soporte lumbar. No obstante, si es un elemento decorativo, céntrate más en su diseño, color o textura. Piensa también en los usos adicionales: ¿servirá como cama auxiliar?, ¿necesitas que se recline?, ¿prefieres uno ligero o robusto? Cuanto más claro tengas su propósito, más fácil será acertar.
Mide bien: el tamaño sí importa
K Space Interiors
Uno de los errores más comunes al comprar un sofá es no medir bien. Un sofá demasiado pequeño se “pierde” en un salón grande, mientras que uno muy grande puede saturar el espacio. Antes de comprar, toma medidas exactas y respeta las zonas de paso.
Entre el sofá y la mesa de centro deben quedar al menos 40 centímetros. Sin embargo, si se coloca junto a una pared o ventana, deja unos 15 centímetros de margen (ideal si hay cortinas).
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Lo mismo si hay un radiador cerca, mantén cierta distancia para evitar dañar la tapicería y mejorar la distribución del calor. En los laterales libres puedes aprovechar para colocar una lámpara o una mesita auxiliar, creando una composición equilibrada y funcional.
El truco del respaldo que pocos conocen
Aquí llega el consejo maestro. La altura del respaldo es uno de los factores más determinantes —y menos considerados— al elegir un sofá. Para garantizar el máximo confort, la medida ideal está entre 85 y 90 centímetros. Esta proporción asegura una postura ergonómica y un buen apoyo cervical.
Nicola Smith
Pero cuidado con el entorno, porque si el sofá se sitúa delante de una ventana, opta por un respaldo más bajo para no bloquear la entrada de luz natural. Además, si se coloca en medio de la sala, separando ambientes (por ejemplo, salón y comedor), elige también un respaldo bajo para no obstaculizar la visual y mantener la sensación de amplitud. Un detalle aparentemente menor, pero que cambia por completo la armonía del espacio.
Colores: personalidad con equilibrio
K Space Interiors
El color del sofá define buena parte del ambiente de la estancia. Los tonos oscuros aportan elegancia, pero pueden cansar visualmente. Los colores vivos llenan de energía, aunque complican la elección de complementos, y los estampados disimulan el desgaste y las manchas.
Por es, si te gusta renovar la decoración con frecuencia, apuesta por tonos neutros y añade color mediante cojines, mantas o alfombras. Cuanto más claro sea el sofá, más ligero parecerá visualmente.
Materiales y estructura: la base de la durabilidad
K Space Interiors
Si el sofá va a tener mucho uso, elige materiales resistentes. El cuero (o los tejidos que lo imitan) es fácil de limpiar y perfecto para familias con niños o mascotas. Las telas antimanchas o desenfundables también son una gran opción: permiten lavar fácilmente las fundas y mantener un aspecto impecable durante años.
Pruébalo antes de comprar
Sarah Sherman Samuel
Sentarse es obligatorio. Comprueba que la altura del asiento sea la adecuada, los pies deben apoyarse completamente en el suelo, las caderas no deben quedar más bajas que las rodillas y el reposabrazos debería situarse a la altura del codo. Si eres alto, busca un modelo con mayor profundidad de asiento.
La forma ideal según tu salón
Sarah Sherman Samuel
Aunque aparentemente parece secundario, la forma del salón dice mucho al respecto sobre la ubicación del sofá. Por eso, identifica las paredes del tuyo y elige el sofá conforme a ello.
- Salón cuadrado. Dos sofás enfrentados o uno en L con butacas independientes crean equilibrio visual.
- Salón rectangular. Coloca el sofá apoyado en una de las paredes largas. Si quieres un chaise longue, asegúrate de dejar al menos 2,60 metros hasta el mueble de televisión.
- Salones irregulares. Define primero si la sensación general se acerca más a un espacio cuadrado o rectangular y aplica las reglas anteriores.
Fotografía de portada | Sarah Sherman Samuel
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