Kathleen Turner es esa señora que salía en "La guerra de los Rose", en "El honor de los Prizzi" y en otros tantos peliculones. Esta mujer, que según mis cálculos, es dos años más joven que Ana Obregón, no sólo ha sabido envejecer con dignidad, sino que además ha vendido una estupenda casa decorada con mucho gusto. La casa se puso a la venta en julio de 2007 y creo que aún no se ha vendido. Tiene unos 460 metros cuadrados y consta de seis dormitorios y cinco baños. Si alguno está interesado, la mansión se encuentra en el Estado de Nueva York junto al mar.
Empiezo el recorrido por el salón principal, que está pintado enteramente de blanco. Para mí no es un acierto pintar también las vigas de blanco si son de madera, pues resta "autenticidad" al conjunto. En la estancia, yo destacaría la chimenea cuyas formas ha respetado siguiendo su diseño original, junto con la alfombra, que le da un aire retro a todo el salón al tiempo que hace juego con los cojines, que también rompen la monotonía blanca. Cuando vosotros vayáis a instalar unos altavoces en el salón, intentad disimularlos más porque una cosa negra sobre un fondo totalmente blanco arruinará todo el conjunto.
En la misma foto, podéis ver cómo ha integrado levemente la sala de juegos en el salón, quitando tabiques y puertas. La lámpara de acero redondea la atmósfera haciéndola propicia para el juego.
El segundo salón sigue dominado por los tonos blancos, pero en esta ocasión los sofás y sillones están construidos sobre una base de mimbre color wengué con lo que la habitación ya tiene su nota de color. Aquí también me encanta la alfombra, probablemente inspirada en el movimiento hippie que conjunta perfectamente con el cuadro de estilo Warhol. El blanco es la clave de esta estancia, y está en las paredes y en los muebles, como la estantería empotrada en la pared que está llena de libros.
Pasamos a la cocina, donde se repite el esquema "blanco-color", con una especial mención a la isla central donde se pueden preparar los alimentos o tomar el desayuno. Observad los azulejos, en los que se ha elegido un motivo ajedrezado y una barra americana que permite el acceso directo a la terraza, en la que se ha elegido un jarrón con flores.
Por último, quiero enseñaros mi rincón favorito, el dormitorio principal, con techo abuhardillado. Una cosa que me llama la atención es la desnudez de las paredes, a las que yo les habría puesto un cuadro o un vinilo, de esos que están tan de moda. El blanco sigue siendo el color predominante, y aquí se rompe la monotonía con el banco a los pies de la cama a juego con el cuadro que hay sobre ella. La estufa antigua también dota a la estancia de personalidad propia.
Como otras veces, recordad que estas imágenes corresponden a la inmobiliaria que vende la casa, por lo que suponemos que los objetos personales de la actriz ya han sido retirados, aunque se mantiene un estilo propio en cada una de las habitaciones.
Vía | The Real Estalker En Decoesfera | Casas de famosos