Poda tu rosal en enero si quieres que florezca colorido y frondoso esta primavera

La poda no es solo una cuestión estética para el rosal, sino que es vital para mantener su salud durante todo el año

Cómo podar el rosal
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Detrás de un precioso jardín en primavera, hay un cuidado y meticuloso proceso detrás durante el resto el año. De poco sirve querer presumir de un frondoso rosal en el mes de mayo si no empleamos un ratito de tiempo el resto de meses en podar sus flores e incitar un crecimiento más sano y vital.

Precisamente ahora, en el mes de enero, es el momento ideal para cuidar los rosales de cara a la próxima temporada. Y no es porque queramos protegerlos de heladas ni queramos aprovechar este mes de enero para estropear el jardín, sino porque en climas como el nuestro, enero marca el final del reposo invernal de los rosales: momento perfecto para realizar la poda de la planta, ya que la misma está 'durmiendo' y no sufrirá tanto estrés.

Pero la poda no solo consiste en eliminar las ramas viejas al azar, sino que hemos de conocer un procedimiento y prestarle cierta atención a los rosales más viejos para desarrollar un crecimiento más vigoroso y equilibrado de cara a la primavera.

Cómo cuidar y podar tus rosales

Rosal

La poda no es solo una cuestión estética y visual de las plantas en invierno, sino que forma parte de un procedimiento vital para mantener la salud de nuestros rosales. De esta forma, si eliminamos las ramas más viejas, débiles o enfermas, fomentamos un crecimiento mayor, concentrando nuestros recursos en producir unas flores mucho más abundantes y de calidad.

Pero si la poda es importante, también lo es dedicar tiempo a conocer tu rosal, identificar aquellos que son más viejos y podar sus ramas que tienden a envejecer y a producir menos flores, afectando a la vitalidad general de la planta. Por eso, cuando trabajamos con rosales viejos, es crucial eliminar primero las ramas más antiguas(identificables por su color marrón oscuro y su textura leñosa).

De esta forma, rejuveneceremos la planta, dando brotes más jóvenes y productivos. Además, es importante tener en cuenta que no podar el rosal puede traer consecuencias negativas, creciendo de forma desigual y con menos fuerza y energía para producir flores en primavera.

Cómo podar un rosal

Una vez hemos visto las ventajas de llevar a cabo una poda correcta en enero, vamos a conocer la manera de hacerlo mucho más fácil, práctico y sin margen de error.

  1. Prepara tus herramientas. Utilizar unas tijeras de podar bien afiladas y desinfectadas será la mejor forma para evitar la transmisión de enfermedades.
  2. Elimina las partes o viejas o dañas. Retira las ramas muertas, enfermas o dañadas para limpiar la estructura del rosal.
  3. Haz cortes precisos. Realiza los cortes en un ángulo de 45° y siempre por encima de una yema que apunte hacia el exterior.
  4. Dale forma a la planta. Busca crear una estructura bien abierta, eliminando ramas que se crucen o que crezcan hacia el interior.
  5. Recoge los restos. Evita dejar ramas y hojas podadas alrededor del rosal para prevenir la proliferación de hongos y plagas.

Imágenes |  Pexels 

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