María Lancha
EditorEn los últimos años, el diseño de interiores ha comenzado a mirar hacia la naturaleza en busca de respuestas. No se trata de una moda pasajera, sino de una necesidad vital, la de reconectar nuestros hogares con el entorno natural para mejorar cómo vivimos y cómo nos sentimos. En este contexto, el diseño biofílico se posiciona como una de las tendencias más sólidas y transformadoras de la decoración contemporánea.
"Como interiorista amante de espacios saludables, siempre recomiendo integrar plantas naturales en el diseño interior. No se trata solo de estética: hablamos de crear ambientes funcionales, equilibrados y beneficiosos para el bienestar físico y emocional.", dice Montse Morales (@directoracreativa).
Diseñar con vida: cuando la naturaleza entra en casa
Vía @derectoracreativa
Lejos de ser solo un recurso visual, las plantas naturales son auténticas aliadas del confort doméstico. Numerosos estudios respaldan esta afirmación. De hecho, tener vegetación en casa no solo embellece los espacios, sino que también:
- Purifica el aire de partículas y compuestos nocivos.
- Regula la humedad ambiental, especialmente en climas secos o interiores con calefacción.
- Reduce el estrés y la fatiga mental, ayudando a crear atmósferas más relajantes.
- Aumenta la concentración y la productividad, ideal en zonas de teletrabajo.
- Mejora la calidad del sueño, gracias a su efecto calmante y, en ciertos casos, a su producción de oxígeno durante la noche.
Cinco plantas ideales para integrar en interiores
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No todas las especies se comportan igual en ambientes cerrados, y por eso es fundamental elegir aquellas que se adapten bien a la vida en interior y que ofrezcan beneficios comprobables. Estas son mis cinco favoritas para proyectos de interiorismo residencial:
- Sansevieria trifasciata (Lengua de suegra). Una aliada para dormitorios y espacios con poca luz. Requiere muy poco mantenimiento y es una de las pocas plantas que libera oxígeno durante la noche, ayudando a mejorar la calidad del sueño.
- Epipremnum aureum (Poto). Versátil, resistente y con una gran capacidad para eliminar toxinas como formaldehído y benceno. Ideal para estanterías altas o colgantes decorativas.
- Dypsis lutescens (Palma Areca). Además de ser una de las plantas más decorativas, actúa como un humidificador natural. Perfecta para salones y espacios amplios donde puede lucirse.
- Spathiphyllum wallisii (Espatifilo). Conocida por su flor blanca elegante, esta planta combina floración constante con una excelente acción purificadora. Muy valorada en baños o recibidores con luz indirecta.
- Nephrolepis exaltata (Helecho de Boston). Amante de la humedad, es perfecta para ambientes secos o con sistemas de calefacción. Su frondosidad aporta textura y volumen a cualquier rincón.
Biofilia aplicada: una nueva forma de habitar
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Incluir vegetación en el diseño interior no solo eleva el valor estético de un espacio, sino que refuerza el vínculo entre diseño, salud y funcionalidad. La presencia de lo natural genera una atmósfera más relajada, acogedora y equilibrada, promoviendo hábitos de vida más conscientes.
En proyectos donde el confort y la calidad de vida son prioridad, las plantas ya no son un accesorio decorativo más: son una herramienta clave de diseño. Y como profesionales del interiorismo, es nuestra responsabilidad integrar estos elementos con intención y conocimiento.
Por eso, el diseño biofílico no es un lujo ni una tendencia efímera: es una filosofía de vida que entiende que el bienestar comienza en casa. Rodearnos de vegetación nos devuelve al origen, nos conecta con lo esencial y nos enseña que, a veces, lo más simple es también lo más poderoso.
Fotografías | Vía @directoracreativa
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