Algún día, en una de esas historias decorativas que tanto me gusta escribir, os hablaré ampliamente del origen y la evolución del parquet. Aunque no creáis, tampoco está muy claro, y más actualmente, en la que esa tradicional fusión/confusión de nombres entre parquet y tarima se ha visto abonada aún más con la adición de los suelos laminados y la aparición de nuevas formas de instalación.
La cuestión básica para nosotros, en este Especial sobre Limpieza que estamos publicando en Decoesfera, es saber a qué material nos estamos enfrentado, natural o sintético, ya que de ello va a depender el tratamiento que le demos en el día a día. Hagamos pues algunas distinciones previas para aclarar bien las cosas y no llevarnos a errores que podrían ser fatales.
Los suelos de madera natural han sido empleados en la construcción de nuestras casas desde tiempo inmemorial. Primero en tablones largos a modo de piso continuo, o en elevaciones para protegerse del frío, y luego en tablas más pequeñas formando diferentes dibujos geométricos. Para que sea más sencillo vamos a distinguir entre tarima, de lama ancha y más larga, y parquet, ahora parqué segun la RAE, de tablillas más cortas y estrechas.
Tradicionalmente la tarima se ha colocado clavada, sobre unos rastreles fijados al piso, y el parquet encolado directamente. Aquí es donde empieza la confusión, y es que, con el paso de los años, la tarima ha dejado de ser maciza, se ha tornado multicapa, y se ha generalizado otro tipo de instalación: la flotante, es decir, ya no se clava ni se encola sino que se coloca sobre el suelo existente sin fijar, como si estuviera flotando.
Los suelos laminados sintéticos hicieron su aparición en 1980, cuando la empresa sueca Perstop empezó a comercializar su producto Pergo, fruto de su investigación y experiencia en el mercado. Un suelo laminado está compuesto por varias capas, el núcleo o soporte, habitualmente de derivados de la madera, sobre él la lámina impresa decorativa con el dibujo correspondiente y después las capas superiores de protectores que aportan la resistencia y protección necesarias. También se coloca de manera flotante, habitualmente sobre una base de poliuretano.
Cómo limpiar parqué y tarima flotante de madera
Ahora que tenemos claro, creo, la distinción entre un suelo sintético y uno de madera, aunque ambos sean flotantes, ya podemos hablar con más propiedad de cómo limpiarlo adecuadamente. Mejor aún, en realidad, antes que limpiarlo lo primero que tendríamos que pensar es en cómo evitar ensuciarlo y dañarlo. No olvidemos que, a pesar de estar protegido con barnices que le confieren una mayor resistencia, hablamos de un material natural y delicado por sí mismo.
- Una alfombra en la entrada de casa, mejor aún dos: una antes y otra después de la puerta, evitará que el barro, la arenilla y el polvo erosionen nuestro suelo.
- Procuremos quitarnos los zapatos sucios y mojados lo antes posible. Situar las zapatillas lo más cerca posible de la puerta será la mejor idea.
- Protejamos las patas de las sillas y los muebles con fieltros y coloquemos también un protector plástico bajo las sillas de ruedas, por supuesto blandas, si trabajamos en casa.
Para la limpieza diaria de nuestros suelos de madera lo mejor es utilizar la mopa o el aspirador con su cepillo especial. Las manchas ocasionales podemos retirarlas sencillamente con una gamuza humedecida, procurando hacerlo lo antes posible para que no penetren en la madera. Y de vez en cuando no habrá problema en fregar nuestro suelo de madera, con una fregona bien escurrida y si acaso con un poco de jabón neutro y unas gotitas de vinagre.
Eso sí, cualquier profesional del parquet coincidirá conmigo en una cosa, aunque muchos no lo creáis: jamás hay que añadir cera, eso no hará sino crear con el tiempo una película opaca y desagradable de la que costará mucho desprenderse.
Cómo limpiar suelo laminado sintético
En materia de prevención es aconsejable seguir las mismas pautas que hemos visto para los suelos de madera natural, más aún teniendo en cuenta que, si bien un suelo laminado es muy resistente, no cabe posibilidad de lijar ni barnizar y las posibles reparaciones son bastante complicadas. Para la limpieza diaria también debemos hacer uso de la mopa o de la aspiradora con el cepillo adecuado.
Los suelos de laminado sintético también se pueden fregar, muy de cuando en cuando, con una mopa húmeda o una fregona muy escurrida. La mayoría de los marcas comercializan sus propios kits de limpieza, que suelen incluir una mopa especial y un limpiador adecuado para no dañar el suelo. Si no dispones de ello puedes añadir al agua unas gotas de jabón neutro, teniendo siempre la precaución de pasar después una mopa limpia y seca.
Para las manchas normales será suficiente una gamuza humedecida, o con un poquito de limpiador, y para las más rebeldes puedes utilizar sin miedo alcohol de quemar o acetona.
Hasta aquí nuestros trucos y consejos sobre limpieza de parquet, tarima flotante y suelo laminado. Esperamos que os hayan resultado interesantes, ya sabéis que podéis utilizar las opciones de vuestro perfil para guardarlo en favoritos, y que estéis deseando leer el próximo capítulo de nuestro Especial de Limpieza. Será el miércoles, no lo olvidéis.
Imágenes y Más información | Pergo, Quick-Step En Decoesfera | Limpieza de aluminio, acero, plata y otros metales, Limpieza de sofás, alfombras y moquetas.
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