Igual es debido a las regañinas que recibía de pequeño, pero siempre me ha parecido que pintar en suelos y paredes no está bien. Sin embargo, cuando veo cosas como este suelo decorado con permanente rojo, la duda me asalta, y no tengo claro si es una buena o una mala idea. Un poco como me pasó con la pared de impacto con 99 cuadros dibujados.
Se trata del trabajo de Heike Weber, que fue contratado para decorar un pequeño café vienés --aunque parece más bien el área de descanso de una oficina-- y consideró que un suelo llamativo y único era la mejor opción para ese espacio. Así que, permanente en mano, se dedicó a trazar formas orgánicas hasta cubrir toda la superficie.
En una pena que no haya fotos del antes, cuando la estancia era completamente blanca, porque sería genial ver cómo esos patrones ondulantes de un color tan intenso transforman por completo el espacio, convirtiendo un lugar anodino en una cafetería con personalidad.
Sin duda una decisión arriesgada, que resulta llamativa y resuelve la decoración del espacio únicamente con ese gesto, siendo el resto de una sencillez extrema. No cambiaría los mosaicos de mi casa por algo así ni harto de vino, pero sí que es cierto que es una solución ingeniosa y atractiva.
Vía | Fubiz Más información | Heike Weber En Decoesfera | ¿Buena o mala idea? un mural portería en la habitación de los niños
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