Desde que hace años el código de barras entró en nuestras vidas para marcar prácticamente todos los productos a la venta, no han sido pocas las ocasiones en que hemos visto estas rayas irregulares utilizadas como recurso decorativo. Enmarcados en cuadros, luciendo una fecha especial sobre las líneas, plasmados en vinilos originales… y ahora vemos como se puede empapelar toda una pared, creando un rincón decorado con un gigantesco código de barras.
Este tipo de papeles pintados pueden resultar demasiado agobiantes o teatrales si se utilizan para cubrir una habitación entera; las barras que recorren la pared de arriba a abajo pueden terminar resultando una broma pesada si no se dosifican con mesura. En la imagen podemos apreciar un recibidor decorado de esta manera, con equilibrio y acierto, pues solo se ha colocado papel en una esquina, dejando que la blanca columna lo corte y suavice, y colocando un estante grueso que rompe con la línea vertical.
La forma de abordar la decoración de este rincón resulta muy acertada, limitando los elementos decorativos a varios detalles bien estudiados que se posan exclusivamente sobre el estante. Un buen ejemplo de cómo utilizar un recurso original y moderno sin recurrir al abigarramiento o el exceso, denotando carácter y personalidad, y con un gran sentido del equilibrio.
Vía | x4Duros
En Decoesfera | Buy me, los CD en un código de barras
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