Los largos pasillos de las casas antiguas suelen resultar en general espacios desaprovechados, además de un engorro en la distribución tal como la concebimos hoy en día. Claro que si tienes la suerte de que sea como éste, tan ancho, con una ventana al fondo y con ese suelo tan maravilloso, entonces la cosa cambia radicalmente.
Se trata de una casa en el Ensanche barcelonés construída en 1910 y reformada recientemente por los arquitectos Anna y Eugeni Bach, un proyecto que me gustó mucho en su día y guardé para compartirlo con vosotros. Lo había olvidado completamente hasta que la semana pasada, por casualidad, me topé de nuevo con él entre los tweets de @DGArquitecto.
Uno de los espacios más característicos de la reforma, seleccionada para los Premios FAD 2012, es este pasillo al que, gracias a su anchura, se le ha podido sacar partido, no sólo como lugar de paso, sino además como biblioteca y almacenaje. Se ha resuelto sencillamente con unos largos estantes, módulos bajos y una iluminación específica con lámparas de Ikea.
La verdad es que la idea es bastante fácil de copiar, incluso para los que no somos muy mañosos, lo verdaderamente difícil, queridos lectores, es encontrar un pasillo así.
Al común de los mortales, con espacios más estrechos y normalitos, siempre nos quedará la solución de poner los estantes en alto para tener una biblioteca en el pasillo. También es una buena idea, ¿verdad?
Más información | Anna y Eugeni Bach
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