Si tu piso es de estos que casi no tienen recibidor, que se entra directamente al salón o se accede a un estrecho pasillo, tal vez no tengas la posibilidad de incorporar un mueble de entrada lo cual no significa que no haya ciertos complementos con los que la puedas acondicionar, me ha encantado Boo, un mini espejo con doble colgador incorporado, especialmente pensado para el tamaño de la cara.
La idea es por un lado poder dejar en la entrada el abrigo o la chaqueta y recogerla justo antes de salir y que en ese momento puedas mirarte en el espejo, tanto esos días en los que te ves estupendo y sales con ganas de comerte el mundo, como los otros que vas un poco más apagado pero igualmente debes reflejar una sonrisa, para verte de cuerpo entero o bien lo haces antes en el dormitorio o siempre te queda el ascensor.
Es un pequeño detalle que se puede complementar con otros más, un paragüero, tal vez algún estante donde apoyar las llaves o la correspondencia, también un jarrón de pie con algunas flores artificiales, dependiendo de las dimensiones de la entrada nos dará más o menos juego, pero sea como sea desde luego para Boo, siempre habrá un lugar.
Más información | Abode New York En Decoesfera | Espejo colgador de Alex Bradley
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Morthylla
El nombre me recuerda una historia de las Crónicas de Narnia, cuando una de las niñas se asusta en el pasillo de una casa vacía creyendo ver pasar a alguien, pero resulta que no es más que su reflejo en un espejo del tamaño perfecto de una cara. Seguro que un día o una noche, pasando por el lado de Boo, se asusta uno de ver unos ojos en la oscuridad ^_^