Céntrico, un diseño personal y alternativo, y además, centro cultural y de shopping de ese nuevo Madrid que se abre al mundo ¿Qué más se puede pedir? Así es el The Hat, un moderno hostel del que hace unas cuantas semanas María SJB nos dio unas pocas pinceladas en La Semana Decorativa y del que hoy os traemos un poqui to más de información.
Este hostel se ubica en un antiguo palacete del siglo XIX de la calle Imperial, muy cerquita de puntos emblemáticos de la capital española, como Sol o el Barrio de La Latina. El edificio fue completamente rehabilitado por el estudio de arquitectura de Jesús Manzanares, combinado con la decoración del estudio de interiorismo Aaprile.
Una decoración que ha sabido combinar esas viejas columnas de forja que tanto me gustan, con una decoración moderna y vanguardista con muebles de pino fabricados en una localidad de Toledo o las instalaciones a vista en plan industrial en las zonas comunes.
Otro rasgo distintivo del hotel es la señalética de las distintas estancias del hostel, así como los murales que decoran las paredes del establecimiento, pintados por el estudio de diseño e ilustración Yembara.
Las habitaciones, como podéis ver, son modernas y funcionales, con el blanco como color predominante, con ese toque eco tan en boga en los últimos años. En ellas, se vuelven a mezclar las omnipresentes columnas de forja con la madera de la decoración o de los muebles.
Entre los elementos de las habitaciones, destacan los cabeceros de Rue Vintage 74, y los muebles que permiten incluso tener varias alturas y espacios en la misma habitación para adaptar las habitaciones a parejas, grupos de amigos o familias.
Dejando las habitaciones, nos quedan dos espacios por conocer. En prime lugar,'The Cave', un espacio abovedado multifuncional en el que el blanco es el color protagonista de la decoración. Situado en el sótano de este antiguo palacete, en The Cave se ofrecen los desayuno de los huéspedes del hostel, mientras que durante el resto del día hay un amplio programa de actividades culturales para todos los gustos, desde conciertos o sesiones de DJ's a exposiciones o presentaciones.
Y para concluir nuestra visita al The Hat, no podíamos dejar de visitar su terraza, ese elemento imprescindible en cualquier hotel madrileño que se precie. A diferencia de los grandes hoteles del entorno de la Gran Vía, y de sus terrazas de diseño, en la terraza del The Hat domina un aire familiar lleno de encanto, como si nos trasladáramos a una terraza de un pueblo, aunque con el impresionante paisaje de los tejados de Madrid.
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