Llega la época del año en que va más gente por las calles de Londres hablando en español que en inglés. No es ninguna exageración, entre escolares que van a pasar sus quince días de "inmersión", estudiantes trabajando de camareros en los pubs y familias de turistas, la capital del Támesis se vuelve más española que nunca.
Si sois de los que van a darse una vuelta por allí, no dejéis de visitar Spring, el restaurante de Somerset House, reabierto tras 150 años, con una decoración sorprendente.
Un salón luminoso, decorado de forma sencilla por la interiorista australiana, Briony Fitzgerald, donde el "menos es más" se lleva como bandera y que permite a los grandes ventanales, techos altos y molduras y cornisas originales, protagonistas absolutas, ya que se combinan los colores pastel (azul y rosas) en muros y sofás, me encanta el chester rosa palo, con elementos muy modernos como el mármol o las sillas de aire y diseño nórdico y las mantelerías blancas.
En el atrio central, la famosa paisajista Jinny Blam ha enmarcado el espacio con olivos negros, lo que le da un aire colonial muy elegante. Todo un acierto las lámparas racimo y los murales artísticos e ilustraciones de Emma Peascod y Valeria Nascimento, suelos de roble natural por marca danesa Dinesen.
¿Qué os parece? Un detalle importante, para que no os llaméis a engaño, Spring es tremendamente caro, así que saboread bien la copa de vino, mientras disfrutáis de su maravillosa decoración.
Más información | Spring Restaurant
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