En Decoesfera nos encanta rastrear las nuevas aperturas de locales a los que apetece ir. Restaurantes y establecimientos que destacan por la comida, y por el cuidado interiorismo que te invita a ir y a pasar horas muertas mirando los detalles mientras charlas con los amigos. Hoy, nos vamos hasta El Columpio, un encantador restobar que abre sus puertas en la calle Caracas de Madrid.
Con solo unas semanas de vida, El Columpio ya se ha convertido en uno de los negocios de moda de la capital española. Abre sus puertas en el Barrio de Chamberí con propuestas de comida mediterránea y de mercado elaboradas con mucho mimo y con alimentos de primera calidad.
Cuando te acercas al Columpio, su fachada ya promete. Situado en un edificio rehabilitado, sus ventanales y su color verde dan un toque de encanto a esta calle tan tranquila como uniforme.
Tras pasar sus puertas, te encuentras con un local espacioso y muy luminoso en el que se ha sabido mezclar materiales, objetos y estilos de una forma muy acertada. El nuevo restaurante sigue la estela de su hermano mayor, el restaurante Le Cocó, un gastrobar del que ya hablamos hace unos meses en Decoesfera y que es uno de los espacios de más éxito de este céntrico barrio madrileño.
El ambiente, sencillo, e informal, lleva la firma de la interiorista Marta Barnús. En total, el local cuenta con tres ambientes perfectamente diferentes pero totalmente integrados logrando espacios confortables y acogedores.
Al pasar la puerta de El Columpio nos encontramos con la zona de la barra. Una zona ideal para tomarse unas tapas que tiene un cierto aire rústico al tener como parte de la decoración distintos utensilios y elementos tradicionales, como vigas de madera vistas en el techo, o unas encantadoras alacenas. Para dar el toque moderno y de color, unas grandes letras con luz que conforman la palabra El Columpio. Y por supuesto, no podían faltar varios columpios para hacer honor al nombre. La mesa redonda que podéis ver en la foto de arriba, situada junto a la puerta, forma un rincón la mar de agradable.
Tras la barra, nos sorprende un amplio y chic comedor. El blanco es el color predominante, con un llamativo ladrillo vista, combinado con elegantes papeles retro en las paredes de enfrente, sillas llenas de color y unas antiguas lámparas vintage de distintos colores que cuelgan del techo, junto a sofás tapizados en distintos terciopelos o preciosos espejos dorados.
En el techo, las instalaciones vistas en plan industrial, y en las paredes, numerosas plantas para contrastar con el color blanco y darle el toque natural al espacio. En esta zona también se encuentra la barra de coctelería, y una gigantesta cómoda sobre la que se sitúan las deliciosas tartas caseras que se pueden degustar en este establecimiento.
Al fondo del todo, junto al patio, el afterwork con un ambiente más relajado e informal, con taburetes, bancos corridos y mesas para compartir. A este espacio le influye enormemente la envolvente, conformada por una cristalera que da a un patio interior y por una pared con ladrillo vista pintado en blanco con unas llamativas letras en madera con el nombre del restaurante.
El espacio se cierra con una pared forrada con tablas de madera puestas en vertical que forman una bonita composición con colores en tonos pastel y con un techo, también en verde, forrado de madera en tono verde. Sin duda, un restobar que dará vida a este rincón del madrileño barrio de Chamberí que está llamado a convertirse en un referente de la zona ¿Y tú, ya te has pasado a conocer este restaurante?
Más información | El Columpio
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