Barcelona, ciudad española en la que el diseño y el vanguardismo se dan la mano, es una de las galardonadas este año con el premio internacional de diseño al mejor restaurante SBID: su nombre Alkimia. Situado en la Ronda de Sant Antoni, 41 regido por el Chef Jordi Vilá que lleva casi veinte años en la cocina y sigue tratando con la delicadeza y el respeto que se merecen a sus fogones, entre una atención personalizada y diaria hacia su selecta clientela.
Los International Design Awards 2017 se anunciaron el 27 de octubre en una ceremonia que tuvo lugar en el prestigioso Hotel Dorchester situado en el Mayfair de Londres. Este año ha habido un aumento de participaciones cercano al cincuenta por ciento más que el año anterior. Con más de cien mil votos públicos e incluyendo a talentos industriales venidos de más de cuarenta países. El restaurante Alkimia ha tenido en honor de recibir el premio al mejor diseño.
Este premio es parecido a los Oscar americanos, con la diferencia que éstos son ingleses. Alkimia ya había ganado otro reconocimiento otorgado por el Instituto Italiano de Arquitectura. Así fue como el pasado mes de octubre se hacía con su segundo galardón. La competitividad ha sido brutal y muy diferente, entre ella han destacado hoteles, marcas de tecnología y del mundo del motor. La directora general de la SBID, Vanessa Brady OBE destacó "la cantidad en ascenso de participantes por año, en la séptima edición que este evento se consolida, como una de las celebraciones más emocionantes para el diseño industrial".
Carmelo Zapulla (italiano) es uno de los arquitectos afincado en Barcelona el cuál dirige el estudio External Reference, junto al director artístico Chu Uroz, responsable del diseño de Alkimia. Una verdadera obra de arte, diseño y arquitectura que se aúnan para darle la exclusividad que merece su cocina de alto nivel. Para ellos ha sido una gran sorpresa el encontrar frescos en el techo perfectamente conservados, dentro de un edificio que hacía cincuenta años que no se abría. La entrada del restaurante llena de probetas protagonistas, maneja un simbólico mensaje, donde el comensal vivirá una experiencia química o hechicera en su interior.
El diseño concentra un debate entre lo tradicional y su decoración contemporánea, cada sala tiene una temática y un recogimiento. El mundo marino circula por todas ellas, bancos de peces o una espina dorsal que une los diferentes espacios. Todo ello basado en la creatividad del gran Chef en sus platos donde el pescado constituyen la mayor parte de sus ingredientes. El diseño de interiores se basa en la tecnología digital, proyecciones de mapping, elementos geométricos y materiales cortados con láser. También hay una parte más tradicional y artesanal, como el vidrio soplado o trabajos en aluminio realizados manualmente.
Alkimia funciona en una vieja fábrica de la cervecería Moritz y además del restaurante en el mismo lugar hay una cervecería, un bar de vinos, un restaurante de tapas, una panadería, bistró francés y una tienda delicatesen con una pequeña librería. El espacio bien demuestra que lo moderno y lo antiguo pueden convivir mientras se admiran las obras gastronómicas junto con las interioristas. Nuestra enhorabuena a esta auténtica maravilla creada con la capacitación de los más grandes artistas.
Fotos | Habitatapartaments, Observación Gastronómica
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