Hoy toca volver a hablar de la habitación del bebé. En este caso inspirándonos en la habitación de Gavril. En el post anterior, el inicial os hablamos de dos aspectos fundamentales a la hora de decorar toda habitación de bebé, el pensar en mamá y en la economía, hoy además de profundizar en esos dos consejos mediante nuestro ejemplo vamos a ir un poco más allá y hablar de lo que tiene que producir en nuestro bebé la habitación, aunque no pueda parecer contradictorio: serenidad y estimulación.
Pensar en mamá
Vamos a empezar por los consejos del post anterior, a modo de repaso y viendo como lo hizo en este caso el papá de Gavril, para así comprobar que cada uno puede dar personalidad a cada consejo, y que hay miles de ejemplos para cada uno, después seguiremos con los dos nuevos de hoy.
En primer lugar la comodidad tanto de la mamá como del bebé. Soy muy insistente en este punto porque es el más que se nos suele olvidar, estamos tan ilusionados con el bebé que nos olvidamos de nosotros a la hora de decorar y como os dije en el post anterior, a la hora de la verdad quien va a utilizar la habitación durante los primeros meses de vida realmente somos nosotros.
El bebé en este caso también estará cómodo mediante una cuna de diseño y la mámá justo al lado tiene un sillón en esquina, en el que podrá aprovechar la luz mientras está con el bebé para amamantarlo o relajarse simplemente, eso sí, yo hubiese optado por una butaca más grande y cómoda, con un respado flexible, permitiendo así a la mamá recostarse mientras da de comer al bebé.
Por otro lado tenemos el cambiador, con suficientes cajones para guardar todo lo que necesita el bebé y junto a la repisa, sin sobrecargar pero permitiendo que todo esté a mano, además el cambiador tiene una altura perfecta par aque la mamá no tenga que agacharse y forzar la espalda continuamente.
Una habitación económica
Como podéis ver en esta habitación tampoco hay grandes gastos, salvo la cuna y el cambiador el resto de los muebles son hechos por el papá (en el caso de la estantería) y cogidos de otro rincón de la casa, como es el caso de la butaca.
No encontramos nada más, salvo objetos de decoración como los peluches o el colgador que podemos encontrar sobre la cuna.
Estimulación y serenidad
Estos objetos de decoración de los que os acabo de hablar son los encargados de estimular al bebé junto con la pintura decorativa, sin embargo no debemos olvidarnos de que el bebé necesita estimulación pero no la que necesita un niño de 5 años, sino que principalmente necesita serenidad aunque pueda resultar contradictorio.
El resumen sería decir que cada edad necesita un nivel de serenidad y un nivel de estimulación y en el caso de los bebés el primer nivel es muy alto y aunque necesitan algo de estimulación su nivel de necesidad es bajo, por eso no pintamos las paredes de colores atrevidos aunque intercalamos colores suaves y aportamos esa estimulación mediante pequeños complementos y no con grandes piezas como podría suponer pintar los muebles o paredes de colores vivos que sería una opción por ejemplo en un cuarto infantil.
El detalle: frente al colgador unos cuadros hechos por ellos mismos, económicos y muy tiernos y representativos, me han encantado.
Imágenes vía | Ohdeedoh En Bebés y más | La habitación del bebé En Decoesfera | La habitación del bebé