Hace ya algún tiempo que pensar en una iglesia o en una capilla no es sinónimo de pensar en una construcción majestuosa y recargada en decoración. La arquitectura eclesiástica ha cambiado con el paso de los años y hoy se construyen edificaciones sencillas como es el caso de la capilla de San Francisco, en la imagen sobre estas líneas, de la que podemos decir que es incluso minimalista.
Diseño de Rafael Hintersteiner puede resultar maravillosa para unos, porque no contiene ningún tipo de distracción y por lo tanto puede favorecer la concentración a la hora de meditar. Y puede ser horrible para otros, porque le faltan un montón de detalles, símbolos y adornos característicos de este tipo de edificaciones.
A mi no me disgusta la idea de la forma cúbica de hormigón, que me parece sencilla pero acorde con las tendencias de hoy en día, poco ostentosa y un tanto industrial. Pero reconozco que en el interior se podían haber esmerado un poco más, un par de ventanas de colores con cierta amplitud y un altar de madera natural alargado a modo de consola, tal vez serían suficientes.
Y es que lo único que tiene es el detalle de la campana, que los visitantes pueden tocar libremente a la entrada o a la salida y que es de los pocos símbolos que hacen que parezca una capilla. Yo apuesto a que la mayoría de los vecinos del lugar están horrorizados, la gente está acostumbrada a un tipo de edificación y aunque está bien cambiar de vez en cuando, tampoco hay que pasarse.
Vía | Yanko Design Más información | Red Dot En Decoesfera | También hay iglesias de diseño
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